Abogan por personas detenidas en protestas y bajo régimen de presentación|Manifestantes de la iglesia Chiquinquirá esperan por la ayuda del Nuncio Apostólico

Las y Los jóvenes que desde el viernes pasado se declararon en ayuno a las puertas de la iglesia Nuestra Señora de Chiquinquirá, en la urbanización La Florida de Caracas, aseguraron que no levantarán su protesta hasta que el Nuncio Apostólico intervenga en el caso de manifestantes que continúan detenidos.

Ronny Navarro destacó que “queremos ofrecer este acto a Dios, además de enviar un mensaje al Nuncio Apostólico para que constate la violación de los derechos humanos de los jóvenes detenidos en cárceles comunes y en otros sitios de retención”.

Según Navarro, las 15 personas que permanecen en el templo estuvieron detenidas por protestar. “Una condición”, aseveró, “que no los detendrá ante la decisión de permanecer firmes hasta que la Iglesia intervenga a favor de los 114 compañeros detenidos y los más 3.180 liberados bajo régimen de presentación”.

ROL DE LA IGLESIA

Navarro subrayó el papel de la institución religiosa en la resolución de la “crisis” que, en su opinión “se vive en el país”. Al respecto, se refirió a su colaboración en la mesa de diálogo instalada entre el Gobierno y sectores la oposición. “Nosotros queremos que la iglesia sirva de intermediario”, reiteró.

Indicó que el grupo de manifestantes sobrepasa los 20, y que está constituido por jóvenes de ambos sexo de distintas regiones del país. “Hacemos un llamado a que se sumen todas las personas con conciencia y que estén dispuestas a luchar contra la violación de los derechos humanos por partes de esta dictadura”, sostuvo Navarro.

LA IGLESIA NO PARTICIPA

El vocero agradeció la colaboración “del párroco y lo feligreses por abrir las puertas de la parroquia”. No obstante, dejó claro que los representantes de la Iglesia no tienen “ninguna participación activa en la acción”.

“Al principio tuvimos que explicarle muy bien (al párroco) cuál era la finalidad de la protesta, pero luego de conversar con él nos permitió colocarnos a las puertas de la iglesia, siempre y cuando no obstaculicemos los espacios ni interrumpamos las actividades. También nos pidió que veláramos por nuestra seguridad”.

Igualmente, agradeció la visita del cardenal Jorge Urosa Savino el sábado pasado, de quien dijo vino a verificar cuales eran las peticiones de los manifestantes.

PRIMERO DIOS

Delibeth Briceño, de 23 años de edad, la acción es una ofrenda a Dios que hacen cada uno de los implicados mediante una penitencia autoimpuesta.

“La solución a esta crisis va más allá de lo que se pueda hacer mediante la justicia formal. Debemos invocar a la justicia divina para pedir que se cumplan los derechos humanos constitucionales de todos los venezolanos”, apuntó Briceño, una de las integrantes del grupo declarado en ayuno.

Relató que después de un mes en el Instituto Nacional de Orientación Femenina, salió bajo régimen de presentación. Asimismo, declaró que las y los integrantes de la protesta participaron anteriormente en los campamentos ubicados en la Plaza Alfredo Sadel y en la avenida Francisco de Miranda a la altura de la sede del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

FUE UNA SORPRESA

“La llegada de los manifestantes nos sorprendió”, manifestó el párroco Rui Pestana. Relató que cuando llegó a la iglesia, el sábado a las 6:00 pm, inicialmente pensó que los “muchachos tirados en la puerta” eran parte de un grupo de jóvenes que asistía a la misa.

Indicó que al culminar las actividades de la iglesia se dispuso a cerrar las puertas, y en fue ese momento cuando el grupo entró en el templo y se ubicó en el presbiterio (espacio que precede al altar mayor). Entonces se dio cuenta de que algo sucedía. “Les pregunté sobre la situación y me dijeron que estaban protestando, que no tenían dónde hacerlo y que el único lugar era la iglesia”, señaló Pestana.

El párroco contó que les hizo saber que con “ese tipo de protesta no ganaban nada”. “Les recordé que así como ellos dicen que están defendiendo sus derechos, con esa acción están vulnerando los míos y los de los feligreses”, comentó.

VOLUNTARIA Y NO RADICAL

“No estamos haciendo un huelga de hambre”, aclaró Navarro, quien explicó que, a pesar de que la protesta se basa en la decisión voluntaria de no ingerir alimentos por la consecución de un objetivo, su manifestación no contempla acciones radicales como, por ejemplo, “coserse la boca o huelga de sangre (infligirse heridas)”.

Texto/Romer Viera
Foto/Joel Aranguren