El izquierdista candidato a la presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador, criticó este domingo en un acto público a los gobernantes del estado fronterizo de Tamaulipas, marcado por la violencia del crimen organizado, poco antes que desconocidos balearan la concentración, sin causar víctimas.
«En Tamaulipas hay puro gobernador mediocre y ladrón», dijo López Obrador en un mitin en Tampico, una de las ciudades más importantes de Tamaulipas, refiriéndose a los responsables políticos de un estado administrado tradicionalmente por el PRI, partido que ejerció el poder a nivel nacional durante más de 70 años.
López Obrador, candidato del Movimiento Progresista y tercero en las encuestas para las elecciones del 1 de julio, llegó a Tamaulipas dos días después que Josefina Vázquez Mota, abanderada del oficialista Partido Acción Nacional, asegurara que de alcanzar la presidencia sacará a los criminales del estado.
«Hoy vengo y desde Matamoros, Tamaulipas, le digo al crimen organizado que los vamos a sacar de Tamaulipas, porque Tamaulipas merece vivir en mejores condiciones, hoy queremos un Tamaulipas sin miedo», dijo el viernes Vázquez Mota, segunda en las encuestas.
El tema de la violencia generada por los cárteles de la droga ha tomado un papel preponderante en la campaña para la elección presidencial.
López Obrador rememoró el episodio electoral del 2006.»Si no hubiera habido fraude electoral en el 2006 no estaría nuestro país en la lamentable situación en la que se encuentra, pero ya no tenemos que anclarnos en el pasado, afortunadamente ese lamentable asunto lo resolvimos bien porque después del fraude en vez de hacernos a un lado, en vez de tranzar con los potentados que se creen amos y señores de México, decidimos continuar con este movimiento», destacó.
El estado de Tamaulipas, gobernado por el PRI, es cuna del cártel del Golfo y de sus antiguos aliados Los Zetas, dos organizaciones que se libran desde 2010 una guerra sin cuartel.
En abril de 2011 se encontraron en la localidad de San Fernando, Tamaulipas, unas 45 fosas clandestinas con 193 cadáveres de migrantes mexicanos y centroamericanos secuestrados de autobuses de turismo en las carreteras que van hacia la frontera y luego asesinados.