Más de 200 personas, 180 de ellas islamistas radicales, murieron en Yemen en la última semana durante la ofensiva gubernamental contra milicias armadas en las provincias de Abyan y Shabwa, afirmaron fuentes castrenses.
Un portavoz militar señaló que las operaciones continuaron este martes en la región meridional del país, con incursiones de aviones no tripulados (drones) estadounidenses y despliegue de tropas terrestres en inmediaciones de los bastiones de los irregulares.
Entre las víctimas fatales también hay más de 20 efectivos del Ejército leal al presidente Abdo Rabbo Mansour Hadi, quien al tomar posesión del cargo en febrero último definió la lucha contra los grupos extremistas islámicos como una «obligación religiosa y nacional».
Según datos oficiales, el lunes murieron al menos seis irregulares en un ataque aéreo contra una zona de la provincia de Shabwa, choque en el que los hombres armados de Ansar Al-Sharía (Partidarios de la Ley Islámica) sólo admitieron tres bajas.
También el domingo se reportó la muerte de al menos tres niños cuando se dirigían a su escuela y fueron sorprendidos por la detonación de una bomba colocada contra una patrulla de seguridad.
El clima de inseguridad se intensificó en las últimas semanas a la par de que el gobierno de Hadi intenta impulsar la transición democrática y depurar la jefatura del Ejército dominada por familiares y allegados al exmandatario Alí Abdulah Saleh.