Atentados con automóviles cargados de explosivos y metralla causaron este miércoles la muerte a 52 personas en Bagdad (capital) y en la ciudad norteña de Baquba, mientras en el oeste entidades islamistas mantienen control sobre dos localidades.
Un parte oficial señala que sólo en tres distritos de esta capital, Shula, Karrada y Maamil, estallaron seis coches bomba con saldo global de 12 muertos y 34 heridos.
Las restantes 40 víctimas fatales se registraron en Baquba y en otras zonas del país, que no son mencionadas en el parte difundido por el Ministerio del Interior.
En tanto, las milicias de Estado Islámico de Irak y Levante (EIIL) reivindicaron nuevos avances en Ramadi, la capital de la gobernación (provincia) occidental de Al Anbar, abandonada hace más de dos semanas por el Ejército tras desmantelar un campamento de protesta.
El peso de los combates con el EIIL lo llevan milicianos tribales de la zona debido a que el primer ministro Nuri al Maliki se ha abstenido de ordenar el avance del Ejército «para evitar víctimas civiles».
Este martes, al Maliki se entrevistó aquí con el canciller iraní, Mohammad Javad Zarif, quien le manifestó el apoyo de su Gobierno en el combate a las agrupaciones ligadas a Al Qaeda a las cuales Teherán considera un peligro inminente para la estabilidad regional y mundial.