Lograr justas reivindicaciones sociales para los hombres y mujeres que forman parte de los 133 cuerpos de bomberos del país ha sido el resultado de una lucha por la justicia social que incorpora a los efectivos bomberiles en una serie de políticas incluyentes, para fortalecer su trabajo en la seguridad ciudadana y a la vez mejorar su calidad de vida.
Este martes 20 de agosto de 2013, Día del Bombero en Venezuela, los hombres y mujeres que forman parte de estos cuerpos de seguridad en todo el país tienen más razones para celebrar su día y recordar aquella reunión celebrada hace 41 años (20 de agosto de 1972) cuando en la ciudad de Maracaibo, estado Zulia, se efectuó el Primer Congreso Bolivariano de Bomberos, que contó con la asistencia de los más altos representantes bomberiles de las cinco naciones libertadas por El Libertador Simón Bolívar.
Agosto, mes que particularmente es tomado para realizar los eventos de mayor relevancia en los cuerpos de bomberos, como ascensos, graduaciones, entrega de reconocimientos, entre otros de relevancia—ahora en revolución—también sirve para reflexionar sobre la evolución y mejoras del bienestar social alcanzado por este cuerpo profesional.
Una de esas reivindicaciones es la inclusión educativa, alcanzada con la activación del Programa Nacional de Formación (PNF) Bomberil en Ciencias del Fuego y Seguridad Contra Incendios que a partir de septiembre ofrecerá la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (Unes) a quienes deseen incorporarse a esta labor.
La Unes concibe el PNF Bomberil como una carrera aplicada para «la formación de un profesional de bomberos y bomberas integral, activo, creativo, crítico, innovador, proactivo y solidario con su comunidad, que practica y respeta los valores humanísticos, con aptitudes y actitudes para desempeñarse operativamente en la lucha contra incendios, prevención e investigación, rescate y atención de emergencias prehospitalarias, con una perspectiva técnico-científica inter y transdisciplinaria».
Entre los requisitos que pide la Unes está ser venezolano o venezolana entre 18 y 25 años, bachiller, sin ningún tipo de antecedentes penales o policiales, buena condición física y toda la disposición para servir a la patria.
Este 2013, la Unes decidió incluir en su tareas académicas la formación exclusiva de los bomberos. Los hombres y mujeres interesados en iniciar su carrera profesional en esta actividad tienen la posibilidad de formarse en siete estados del país, en los centros de formación de Anzoátegui, Aragua, Distrito Capital, Lara, Táchira, Trujillo y Zulia.
La carrera tiene una duración de cuatro años y los egresados reciben el título de Licenciada o Licenciado en Ciencias del Fuego y Seguridad Contra Incendios.
HOMOLOGACIÓN, SEGURIDAD SOCIAL Y JUBILACIONES
En julio pasado, la Asamblea Nacional (AN) aprobó en primera discusión el proyecto de Ley Orgánica del Servicio de Bombero y de los Cuerpos de Bomberos y Bomberas y Administración de Emergencias de Carácter Civil.
El proyecto de Ley que aún espera por su segunda discusión para su aprobación, consta de nueve títulos, 22 capítulos y 165 artículos, donde se plantea homologar y organizar la estructura y el funcionamiento de los cuerpos de bomberos; así como establecer estándares para la creación de nuevos cuerpos bomberiles.
Esta ley busca además, regular las actuaciones operacionales y administrativas para las emergencias y demás servicios en todo el territorio; plantea la creación de un régimen de seguridad social, un régimen de jubilaciones y un centro nacional de formación, capacitación y entrenamiento de los bomberos en el país que estará bajo la coordinación de la Unes.
En lo que respecta a la homologación, el diputado de la AN, Juan Carlos Alemán, declaró el pasado 12 de julio, que el proyecto de Ley Orgánica del Servicio de Bombero unifica y homologa la función bomberil a nivel nacional. «Es un proyecto que beneficia y causa gran impacto a la prestación de este servicio, debido a que existen grandes desigualdades en los cuerpos de bomberos en el país»,manifestó.
Alemán, quien es presidente de la sub comisión que estudia este proyecto de Ley, agregó que en el texto legal está previsto un ajuste salarial, nuevos beneficios sociales para el personal activo y jubilado, y está contemplada la obligación de equipar con los implementos necesarios a cada unidad bomberil del país.
«Estamos en la fase de discusión en consulta pública, luego viene la fase de sistematización», explicó Alemán, quien destacó que este instrumento legal busca brindar apoyo a 13.619 funcionarios de carrera y 3.459 bomberos voluntarios distribuidos en el país.
Por su parte, el Comandante General (B) William Martínez, quien es Coordinador Nacional de Bomberos, precisó que es importante homologar a los bomberos para que cuenten con las herramientas y equipos necesarios para atender las emergencias.
FONDO NACIONAL DE BOMBEROS
Dentro de los objetivos alcanzados por el gremio de bomberos está también la creación del Fondo Nacional de Bomberos y Bomberas y Administración de Emergencias de Carácter Civil, instancia que nació con el propósito de administrar los procesos de fortalecimiento de los cuerpos de bomberos del país, a través de programas de capacitación y financiamiento para dotación y recuperación de equipos.
El Comandante William Martínez, quien es presidente del Fondo, explicó que este nuevo espacio se mantiene por el aporte de 1% del monto de las primas de las pólizas de seguros cobradas por las entidades aseguradoras en el ramo de incendios, además de las contribuciones que realiza el Ejecutivo Nacional.
Este Fondo que tiene su sede en la parroquia Leoncio Martínez del municipio Sucre en el estado Miranda, sirve para administrar los procesos de fortalecimiento de los cuerpos de bomberos del país, a través de programas de capacitación y financiamiento para dotación y recuperación de equipos.
Martínez precisó además que el fondo permitirá el buen cumplimiento de los objetivos para los cuales fue creado, como es la homologación de los planes operativos de las instituciones bomberiles de Venezuela.
El fondo no sustituirá a ninguna entidad federada, sino que se sumará, para cumplir con las necesidades que tengan los cuerpos de bomberos en lo relacionado con grandes ejes temáticos como la educación, la homologación de planes operativos y la dotación de equipos.
COORDINACIÓN NACIONAL DE BOMBEROS
Otra de las estructuras creadas para fortalecer y dignificar la labor bomberil, nació en junio de 2011, cuando el Gobierno Bolivariano, puso en marcha la Coordinación Nacional de Bomberos, Bomberas y Administración de Emergencias, instancia que tiene como misión la rápida y efectiva estandarización nacional, estadal y municipal de los cuerpos de bomberos.
El entonces viceministro de Prevención y Seguridad Ciudadana, Néstor Luis Reverol, explicó que esta Coordinación serviría como la plataforma para ejecutar una serie de políticas de Estado, con la finalidad de dinamizar todas las actuaciones bomberiles del país y no sólo en el área estratégica, sino también en el equipamiento en los ámbitos nacional, regional y municipal.
La Coordinación Nacional de Bomberos, Bomberas y Administración de Emergencias de Carácter Civil, tiene su sede principal en el edificio Nonza de Plaza Venezuela, en Caracas, y fue dotado con recursos provenientes del Fondo Nacional de Bomberos.
Toda esta ampliación y equipamiento de los cuerpos bomberiles a través de la Coordinación Nacional de Bomberos, está tipificada en el segundo vértice de la Gran Misión A Toda Vida Venezuela, que establece el fortalecimiento de los órganos de seguridad ciudadana.
A través de esta coordinación fue creado también el Consejo Nacional de Comandantes, que está integrado por los 23 comandantes de los principales cuerpos de bomberos del país, quienes presentan los proyectos que luego son evaluados por la coordinación y posteriormente a su aprobación, son financiados por el fondo nacional para su ejecución.
Un ejemplo de esta nueva estructura de trabajo fue la inversión de 16,9 millones de bolívares que ejecutó la Coordinación Nacional de Bomberos para incorporar 108 nuevos vehículos de rápida intervención, que fueron distribuidos en los 79 municipios priorizados de la Gran Misión A Toda Vida Venezuela.
Los recursos para la adquisición de estas unidades y para su debido equipamiento se obtuvieron del Fondo Nacional de Bomberos.