El presidente de la región semiautónoma kurda de Irak, Masud Barzani, ha ordenado a los peshmerga (fuerzas kurdas iraquíes) que se desplieguen durante las últimas 24 horas en la ciudad siria de Kobani, fronteriza con Turquía.
Según ha anunciado este martes el diario turco ‘Melliat’, la decisión se produce después de que el Gobierno turco declarara ayer (lunes) su acuerdo con el envío de fuerzas kurdas iraquíes a la mencionada región y prometiera allanar el camino para realizar la medida.
El ministro de Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, afirmó el lunes que Ankara brindaría su apoyo a los peshmerga para cruzar las fronteras e ingresar en Kobani para que enfrenten a los terroristas de la banda Estado Islámico (EI, Daesh en árabe).
En una rueda de prensa, el canciller turco agregó que las fuerzas aéreas del Ejército estadounidense también los ayudarán logísticamente para llegar a su destino.
Detalló que hasta el momento, los cazas de EE.UU. no habían aprovechado del espacio aéreo del país turco para lanzar armamentos o ayudas humanitarias a las fuerzas kurdas en Kobani, y en esta línea, recalcó que “Turquía facilitaría la entrada de los combatientes kurdos”.
Esta posición de Turquía ante la situación en Kobani se ha adoptado mientras que el Gobierno sirio y los activistas kurdos, a su vez, le acusan de ayudar al EI a la hora de atacar a esta ciudad, con el fin de eliminar la presencia kurda en la región e imponer un área de amortiguación protegida por una zona de exclusión aérea en el norte de Siria.
Desde el pasado 16 de septiembre, Kobani en la provincia noroccidental de Alepo y uno de los tres principales enclaves kurdos en Siria, es blanco de una ola de ataques violentos y agresivos del EI.