La Federación de Médicos de Hospital de Grecia (Oenge) convocó una jornada de huelga como rechazo al proyecto de ley que permitirá la entrada de inversores en la gestión de los hospitales públicos.
Para la organización sindical la nueva norma, que será votada este miércoles en la Asamblea Nacional, «marca la retirada completa de la financiación estatal en el sistema público de salud y no mejorará la dramática situación en la que se encuentran pacientes, hospitales y médicos».
A su vez la Federación Panhelénica de Empleados de Hospitales Públicos (Poedin) consideró que la decisión gubernamental «deroga el principio constitucional de que el acceso a la salud será gratuito y universal al negar su carácter público y social» y permitirá que una parte de la titularidad de los hospitales pase a manos privadas.
Todo ello -añade- «en un período crítico para la sociedad, lo que exacerbará al mismo tiempo la inseguridad de la población».
Según explicó el ministro de Sanidad, Makis Voridis, con la nueva ley el gobierno podrá transferir parte del capital social de los centros hospitalarios tanto a instituciones públicas como a entidades privadas, conservando siempre el Estado al menos el 51 por ciento de las acciones.
El resto de las participaciones se repartirán dentro de los límites máximos del 29 por ciento para las empresas del sector público y del 20 por ciento para inversores privados vinculados al sector de la salud, y en ambos casos estas acciones no podrán ser transferidas excepto al gobierno griego.
Sin embargo, estos límites legales solo garantizan la titularidad de los hospitales pero no el carácter de sus órganos de gestión que, para el diputado Kostas Zacarías, del principal partido opositor, Syriza, se convertirán en empresas de servicios sanitarios con criterios del sector privado.
Además, Zacarías alertó de que las juntas gestoras podrán subcontratar servicios y estarán integradas por personas o entidades que pueden ser contrarias a los propósitos e intereses de un centro sanitario de carácter público.