El teniente de fragata Christian Medina Macero, quien forma parte de los militares patriotas que consagraron el retorno del comandante Hugo Chávez tras el golpe de Estado en abril de 2002, afirmó que el pueblo junto al Gobierno y su fuerza armada tienen la obligación de vencer las “mismas variables desestabilizadoras” de esa fecha que se presentan en la actualidad.
“Estamos en la obligación de frenar, resistir y vencer las mismas variables desestabilizadoras del año 2002, con unos medios de comunicación que fungen, junto con los poderes fácticos económicos, como elemento principal de los procesos de conspiración”, sentenció Medina Macero.
Durante su participación en el programa En Tres y Dos que transmite VTV, rememoró que “cuando comenzó el asedió” el 11 de abril de hace 14 años “nosotros (grupo de seguridad) comenzamos a proteger más a Chávez porque sabíamos que lo que decían los medios de comunicación era mentira”.
“Eso si, sabíamos que no teníamos la capacidad de despliegue para decirle al resto de la población, que estaba conducida por los medios de comunicación de la derecha, que lo que señalaban era falso, que Hugo Chávez no era un dictador que era un demócrata, que Chávez no mandó a matar a nadie sino unos francotiradores que colocó la derecha”, manifestó.
Medina Macero al recordar la movilización cívico militar, tras los actos desestabilizadores de la derecha, sostuvo que “hoy más que nunca debemos propinarle un trece cotidiano a nuestro pueblo”.
Al plantarse frente a la situación coyuntural que aqueja al pueblo venezolano, el también analista político acentuó que “la inquietudes y molestias siempre son bienvenidas pero en Revolución, con la conciencia de que nos estamos jugando el seguir viviendo en una Patria libre” pero además “con la seguridad de que lo que más teme la oligarquía es a un pueblo organizado”.
SERVIMOS A CHÁVEZ AMÁNDOLO
Quien fuera edecán de Chávez por 5 años, al recordar sus días de ayudante, indicó que estuvo al servicio del Presidente junto a los demás trabajadores “amándolo” por su sencillez humana.
“Le servimos a Hugo Chávez amándolo, Chávez nunca se confinó a un despacho, siempre estuvo afuera con el pueblo, con sus trabajadores; con secretarias, con el ayudante y eso permitió conocer no al Presidente sino al hombre, al llanero que siempre fue: simple, sencillo en su comer, en su andar, en su manera de hablar”, expresó.