Por Carolina Escarrá Gil|Memoria de un año (Opinión)

A días del año 2016, pensamos en el año que se nos fue. Para los que no tienen mucha memoria, el 2014 finalizó con una baja sustancial en los precios del petróleo, además de sanciones unilaterales hacia Venezuela, de parte del Congreso estadounidense, las cuales fueron opacadas por la noticia de «normalización» de relaciones entre Cuba y ese país, apenas un día después.

No había pasado un mes, cuando presidentes caribeños alertaban sobre las intenciones estadounidenses en relación con la destrucción de PetroCaribe y la desestabilización de nuestra Patria/Matria. Acto seguido, Venezuela habla de reciprocidad en las relaciones y poco después de replicar a las sanciones, nuestro país es declarado como “amenaza inusual y extraordinaria” a la política exterior y a la seguridad nacional estadounidense. A los pocos días, a 13 años del golpe de Estado de 2002, la Cumbre de las Américas reivindica la lucha venezolana, por lo que el Comandante Eterno catalogaba en el Plan de la Patria como nuestro «bien más preciado»: la independencia.

Apenas vamos por abril, la situación interna se hace insostenible; el ahorcamiento de nuestra economía con el contrabando y el cáncer del bachaqueo en el que en medio del capitalismo salvaje, se impone la lógica de la viveza de Tío Conejo, y algunos cuantos empiezan a enriquecerse con niveles de especulación que aprovechan el desabastecimiento y el acaparamiento, además de mellar en la psique del venezolano.

Siguen los ataques, se reedita el Plan Tenaza sin armas de 2007. La llegada de un nuevo Presidente guyanés tensa la situación en el Esequibo para beneficiar a la transnacional petrolera ExxonMobil, la misma a la que en el año 2012 Venezuela venció ante el Ciadi. Poco tiempo después, el contrabando con Colombia bajo la mirada indiferente en unos casos y complaciente en otros, por parte del Gobierno colombiano, lleva a la soberana Venezuela a tomar la decisión de declarar estado de excepción en la frontera.

Mientras, en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Venezuela resulta reelecta para un nuevo periodo, a pesar de los ataques a nuestro país en materia de derechos humanos.

Todo esto acompañado de situaciones económicas y sobretodo psicológicas en medio de una campaña política muy fuerte de cara a las elecciones legislativas, donde el pueblo es siempre el más afectado. A escala internacional, el país recibe ataques del nuevo Presidente argentino que quiere a Venezuela fuera del Mercosur, ataques que más vale ignorar recordando aquella frase: «águila no caza moscas».

Del lado gubernamental, un duro golpe el 6-D que exige retomar aquello de las 3-R al cuadrado, pues la Revolución más que de hombres está hecha de ideas que no mueren. Una nueva lógica se implementará en la Asamblea Nacional, pero Venezuela como país soberano e independiente, continuará cosechando éxitos, pues peores momentos hemos tenido y hemos continuado con esperanza y resistencia, construyendo Patria/Matria.

cescarragil@ gmail.com