Los diputados mexicanos criticaron las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, al señalar que lo expresado por su homólogo de México, Felipe Calderón, se debe a que «tiene cierta frustración por el fortalecimiento de los cárteles del narcotráfico».
El parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD) Alejandro Encinas, aseguró que las declaraciones de Obama demuestran que el gobierno de esa nación desprecia a México y a su presidente.
Pedro Vásquez, en representación del partido del Trabajo, indicó que lo expresado por el jefe de la Casa Blanca es «inaceptable, grosero e intimidatorio, porque no solo ofende la figura de Calderón, sino implica a todo un país y su sociedad».
Sostuvo que Obama debería entregar un informe sobre el tráfico de armas hacia México que se facilita debido a la poca vigilancia que Washington destina a sus fronteras.
Además enumeró el lavado de dinero, el tráfico de drogas, los altos niveles de delincuencia organizada y la violencia como flagelos presentes en la sociedad norteamericana que Obama no menciona en su entrevista.
«Esos son los temas que debe abordar (Obama) en la relación y no descalificar a un presidente que no ha dado muestras de saber defenderse», comentó.
Igualmente Enrique Ibarra, legislador del PT, indicó que las afirmaciones de Obama, son una intromisión flagrante en los asuntos internos de México, reseñó una nota del portal de Prensa Latina.
Durante su participación en la entrevista en CNN, el Jefe de Estado norteamericano reconoció los problemas que existen en las relaciones bilaterales con México, sin embargo se justificó en los precarios resultados de la fallida operación «Rápido y Furioso».
En ese sentido Obama admitió la existencia de la mencionada operación, pero rechazó que la misma incluyera el trasiego controlado de armamentos.
Contradictoriamente el mismo Obama aseguró a la cadena televisiva de habla hispana Univisión, que desconocía la existencia de la operación Rápido y Furioso, que horas antes el mismo habría hecho referencia durante una entrevista por CNN.
Ante el tema de la operación Rápido y Furioso el secretario técnico del Consejo de Seguridad Nacional, Alejandro Poiré, aclaró que ningún funcionario del gobierno de Felipe Calderón tenía conocimiento sobre esta acción, que implica la introducción a la nación azteca de miles de armas con el objetivo de rastrear la ubicación de los cárteles.
La Procuraduría General de la República ya comenzó una investigación acerca de la mencionada operación encubierta, cuyos resultados se conocerán al concluir la pesquisa, de acuerdo con declaraciones del presidente de la Comisión Bicameral de Seguridad Nacional, Gustavo González.