Estudiantes de educación secundaria y universitaria, quienes protestaron hoy en Chile en demanda de mejoras educativas, advirtieron al Gobierno que si no da respuesta a sus peticiones, convocarán un paro nacional para el 1 de junio, que podría convertirse en indefinido.
La marcha, convocada por la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), contó con la participación de 6 mil universitarios quienes se dirigieron al Ministerio de Educación, a pocos metros del Palacio de la Moneda, en el centro de la capital.
Allí consignaron una carta dirigida al ministro Joaquín Lavín, para manifestar su «descontento» ante las medidas anunciadas por el presidente Sebastián Piñera, en su rendición de cuentas ante el Congreso, el pasado 21 de mayo.
Durante su discurso, el mandatario chileno anunció un proyecto de ley para crear una Subsecretaría de Educación Superior y propuso avanzar en un «nuevo trato con las universidades del Estado», para otorgarles más atribuciones y flexibilidad que mejoren su gestión y competitividad.
También se comprometió a perfeccionar los mecanismos de financiación, a reprogramar la deuda de los 100 mil estudiantes morosos y a dar más becas a los alumnos más destacados.
Por su parte, la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech), Camila Vallejo, consideró que «es necesario regular a las universidades privadas y permitirles más flexibilidad a los planteles estatales para que se puedan desarrollar».
Los universitarios también proponen «un mecanismo de acceso universitario con equidad» y una reestructuración de las becas para que cubran el arancel (matrícula) total de los grupos más pobres.
Vallejo explicó que, en la misiva de los estudiantes, estos fijan «un ultimátum» para que el Gobierno escuche sus peticiones y, si no hay respuesta, convocarán un paro nacional para el próximo 1 de junio, que se podría transformar en indefinido.
Al entregar esa carta, los estudiantes recibieron otra misiva de Lavín en la que este les invita a reunirse con él en los próximos días.
De forma paralela, cerca de 2.000 jóvenes de la educación secundaria, que no contaban con permiso de las autoridades para manifestarse, se congregaron hoy en los alrededores de la céntrica Plaza Italia, donde se produjeron incidentes con Carabineros.
Los estudiantes intentaron ocupar la calzada y la policía los dispersó con carros lanza-aguas. En las dos protestas se han producido hasta el momento 27 detenciones.