Las personas que se colocaron prótesis mamarias fabricadas por la empresa francesa Poly Implant Prothese (PIP), y tengan la necesidad de retirárselas, pueden acudir a los hospitales del país que cuenten con servicio de cirugía plástica, para ser intervenidas a la brevedad posible.
“Sólo para retirárselas, no para cambiarlas”, aclaró la ministra del Poder Popular para la Salud, Eugenia Sader.
Explicó la funcionaria que si el caso no es una emergencia, las interesadas o los interesados en deshacerse de estos rellenos deben acudir a la consulta externa para optar por una intervención electiva (programada).
Con respecto al funcionamiento del mercadeo de los implantes mamarios en el país, la ministra Sader afirmó que “un grupo importante de prótesis que se están colocando no cuentan con el registro sanitario que otorga el ministerio a través del Servicio Autónomo de Contraloría Sanitaria (SACS)”.
Con respecto al caso particular de los implantes PIP, dijo que “nunca recibieron certificación para su empleo en Venezuela”, y afirmó que “entraron y fueron colocados de forma ilegal al país”.
Sobre las acciones que emprende su despacho para abordar la situación, recordó que como ente regulador se pronunció hace un año. “Nosotros tenemos nuestro sistema de vigilancia a escala nacional e internacional. Si existe la prohibición de algún material que pueda ser perjudicial para la salud, inmediatamente suspendemos su uso. En el caso de las PIP, el comunicado emitido fue difundido en todo el territorio nacional oportunamente, para que que nuestro pueblo evitara perjuicios para su salud”, añadió.