Tras casi siete años sin nuevas canciones, Molotov regresó a la escena musical con Agua maldita, un disco con “muchísimo más rock”. Con la producción bajo el brazo, el grupo dará un concierto el 4 de julio en la capital mexicana para iniciar una gira que le llevará por Europa y América durante los próximos meses. El álbum marca un punto de inflexión para el grupo que, tras un conflicto con su exmánager, optó por “tomar las riendas” de su carrera.
“Quita una presión, aliviana el núcleo de la banda y con eso se abre la creatividad, se abre la buena onda, se abre el diálogo. Todos estamos apuntando al mismo lado, que es algo que no pasaba antes”, explicó Randy Ebright, batería y voz del grupo, sobre la decisión de dar un paso adelante.
Los últimos años han sido complejos para Molotov, de disputas con su mánager, al que tuvieron que despedir, y que dejaron a las seguidoras y los seguidores del popular grupo mexicano sin canciones nuevas desde Eternamiente (2007).
Molotov recuperó con Agua maldita su potente mezcla de rock y rap, de ingeniosas letras siempre muy comprometidas, y lo hacen liberados de problemas con la industria.
“Eso es lo bonito de ser medio independientes, que puedes hacer lo que se te da la gana. Tomas decisiones con base en la creatividad, no a los números”, dijo Ebright, quien aseguró que Molotov se encuentra “mejor que nunca” y quien también tiene un proyecto personal llamado Royal Bloodline que prepara nuevo álbum.
La creatividad de Molotov se plasma ahora en 10 canciones (aunque llegaron a tener más de cuarenta compuestas) y que fueron producidas por Jason Perry para un álbum que cuenta con Run DMC y Money Mark como colaboradores.
“Agua maldita es muchísimo más rock. Es mucho más crudo, está grabado en vivo. No hay mayor producción en cuanto a edición y cosas rebuscadas”, ilustró Randy Ebright.
Hay temas con tono divertido e irónico como “Lagunas metales”, en el que juegan con los nombres de grupos famosos con dobles sentidos, aunque lo que predominan en el álbum son las canciones con una contundente carga política y crítica.
La violencia, la miseria, la desigualdad, la corrupción y la discriminación aparecen en temas como “La necesidad” o “La raza pura es la pura raza”, que ejemplifican la mirada de Molotov tras casi dos décadas de carrera.