La pieza de María Centeno “es un No a la violencia, una invitación a sumarse al esfuerzo conjunto entre el Gobierno Bolivariano y las comunidades para promover las zonas libres de armas en el país”
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Monumento al desarme es el título de la obra artística de carácter urbano que se ha replicado progresivamente en diversos espacios públicos a lo largo y ancho del territorio nacional con la intención de invitar al pueblo venezolano a la convivencia y la paz desde el lenguaje de las artes plásticas.
De acuerdo a una nota de prensa difundida por el Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores Justicia y Paz, la obra concebida por la arquitecta y artista visual María Centeno “es un No a la violencia, una invitación a sumarse al esfuerzo conjunto entre el Gobierno Bolivariano y las comunidades para promover las zonas libres de armas en el país”.
La escultura con forma de paloma en vuelo está configurada por unas 800 piezas o partes de armas de fuego, entre escopetas, revólveres y pistolas inutilizadas y combinadas con láminas y perfiles de acero inoxidable, además de varillas de plata y estaño. La figura está colocada sobre un pedestal que la convierte en un monumento de seis metros de altura.
“Es el símbolo de que en Venezuela se trabaja por el desarme, tal como es la labor diaria de funcionarios del Servicio Nacional para el Desarme de concientizar a niños, niñas, adolescentes y al Poder Popular, acerca del daño y peligro que conlleva manipular armas de fuego”, menciona la nota.
La propia autora define esta escultura “como una obra que simboliza e insta a la paz”, insiste la nota.
En el proceso de fabricación de la última de estas esculturas, de las cuales hay una réplica en la plaza Candelaria, en Caracas, intervienen profesores y estudiantes de entre 16 y 18 años del Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces) de Caricuao. Su esencia alberga el espíritu de la juventud venezolana que ha elegido hacer grande a esta patria.
T/ Redacción CO
F/ Cortesía MPPRIJP
Caracas