Rusia ha advertido este jueves a Occidente que sanciones impuestas contra Rusia por el deterioro de la situación en Ucrania puede retrotraer las relaciones entre Moscú y Occidente a tiempos de la Guerra Fría.
El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, durante una reunión gubernamental, ha asegurado que las nuevas sanciones unilaterales impuestas por Occidente contra su país, no sólo no solventarán la crisis ucraniana sino llevarán las relaciones con Occidente a los años 80 del siglo pasado.
«Si éste es el objetivo de nuestros socios occidentales, pronto lo lograrán», ha destacado Medvédev, al tiempo que adelantó que las sanciones adoptadas por Estados Unidos y Unión Europea contribuirán a aumentar el sentimiento antiamericano y antieuropeo.
A continuación, el titular ruso ha asegurado que las nuevas medidas adoptadas contra algunos de los principales bancos y empresas rusas, obligan a Moscú a prestar más atención al gasto en materia militar.
Además, Medvédev ha tachado de ilegales las sanciones económicas y ha agregado que toda vez que «no están fundamentadas en decisiones de la Organización de Naciones Unidas (ONU), son por lo tanto adoptadas de manera arbitraria».
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, por su parte ha comentado en esta misma jornada que las sanciones unilaterales impuestas por Estados Unidos contra su país colocan las relaciones entre Moscú y Washington en un callejón sin salida.
En esta misma línea, el Ministerio de Asuntos Exteriores rusos, a través de un comunicado, ha expresado su furia hacia las medidas tomadas por el Occidente y ha advertido que Moscú responderá a estas medidas.
Estados Unidos impuso el miércoles nuevas sanciones contra Rusia, que incluyen a la gigante petrolera Rosneft y Gazprombank, y la Corporación Kaláshnikov, además de los prorrusos de las regiones orientales ucranianas de Donetsk y Lugansk, y al ministro ruso para Asuntos de Crimea, Oleg Saveliev, entre otros funcionarios rusos.
Igualmente, los líderes de la Unión Europea (UE) endurecieron las sanciones contra Rusia, al tomar la decisión de suspender los programas financiados en el país euroasiático por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD).
En este sentido, el Consejo Europeo encargó a los embajadores de los países de la UE que preparen, para finales del presente mes de julio, una nueva lista de sanciones, que afectarán a nuevas personas y empresas rusas.