Integrantes del Movimiento reivindicativo español 15-M se concentraron este miércoles frente a la sede del Congreso de los Diputados (Cámara baja) para protestar contra la reforma de la negociación colectiva, que pretende reducir los costos de los despidos en detrimento del trabajador.
La reforma de la negociación colectiva que busca aprobar la Cámara Baja favorecerá la flexibilidad interna con la que las empresas podrán modificar más fácilmente las precarias condiciones laborales.
Los Indignados, como se les llama a los manifestantes españoles, denunciaron que semejante iniciativa supondrá la reducción de salarios y el incremento de las jornadas de trabajo, y acusaron a la patronal de querer otorgar a la dirección de los consorcios todo el peso de las decisiones internas, ya sea en temas de sueldos como de movilidad, informó Prensa Latina.
Estos «indignados» de España adoptaron ese calificativo inspirados en la obra de Stephane Hessel, Indignez-vous (Indígnese). El libro es un llamado a la sublevación popular y de forma pacífica contra las crisis económicas, las guerras, la opulencia de los ricos y el papel de los Gobiernos.
Recientemente, Hessel elogió en París el ascenso de la izquierda latinoamericana en los últimos años que viene sucediendo, precisamente, luego de las medidas de ajustes estructurales aplicadas por los gobiernos latinoamericanos de la dećada final del pasado siglo.
Bajo consignas como “Que no, que no, que no nos representan” o “Esta crisis no la pagamos”, los Indignados recibieron a los diputados a su llegada a la sede del Congreso, que desde la noche del martes se encuentra cercada por un fuerte dispositivo policial.
Los manifestantes exhibieron carteles en los que se leían lemas como: Tu botín, mi crisis, Llenan su bolsa vaciando bolsillos, No es crisis, es estafa o Europacto, eurodesfalco, esta última en alusión al Pacto por el Euro, aprobado por la Unión Europea (UE).
El pasado domingo, una protesta en la que participaron más de 200 mil personas rechazaba el acuerdo suscrito por la UE que establece severos recortes del gasto público para reducir el déficit fiscal.
Ese plan, promovido por Alemania, incluye una lista de exigencias a los 17 países que comparten la moneda única, como compromisos sobre moderación salarial, flexibilidad laboral, contención del gasto en pensiones y prestaciones sociales y coordinación de políticas fiscales.
Esperando desde 2008 la «refundación del capitalismo» anunciada por el presidente francés, Nicolás Sarkozy, «lo único» que los gobiernos han hecho desde entonces, incluido el español, «es plegarse a las órdenes de los poderes financieros responsables de la crisis que padecemos», denunció Democracia Real Ya, plataforma política que sirvió de germen al 15-M.