Un empleado municipal que se prendió fuego a finales de febrero en la central ciudad búlgara de Radnevo murió este domingo a causa de quemaduras en 75% de su cuerpo, informó la televisión capitalina.
Ventsislav Vasiliev, padre de cinco hijos y empleado municipal, realizó el acto de autoinmolación el 26 de febrero frente al ayuntamiento para llamar la atención sobre las condiciones de miseria de su familia, en el tercer caso de este tipo en lo que va de año.
El empleado de 53 años también sufrió una fuerte intoxicación en sus pulmones, otra de las causas de su deceso en el hospital de Plavdiv, en el sur de esta nación.
Las manifestaciones de protestas de este tipo se iniciaron el 19 de febrero último, cuando un hombre de 26 años se roció gasolina sobre su cuerpo y se prendió fuego en un paso de peatones en la localidad de Vzliko Tarnovo (centro-norte).
Un segundo incidente de suicidio ocurrió el 20 de febrero en Varna, la más grande ciudad costera búlgara, donde Plamen Goranov, de 36 años, se inmoló ante el ayuntamiento para demandar la renuncia del alcalde Kiril Yordanov y del concejo municipal.
Goranov, quien falleció el pasado día 3 por quemaduras en el 85% de su cuerpo, investigaba casos de corrupción y acusaba a Yordanov de mantener vínculos con el grupo TIM, una organización delictiva vinculada a crímenes y delitos económicos en la década de 1990.
El joven búlgaro se convirtió en símbolo de las protestas contra la corrupción y el alza de la electricidad que el mes pasado concentraron hasta 200 mil personas en esta capital, Varna y Plavdiv y llevaron a la renuncia del primer ministro conservador Boiko Borisov y su gobierno.
La salida de Borisov, cuyo equipo ministerial aplicó durante cuatro años rigurosas medidas de austeridad en la nación más pobre de la Unión Europea, obligó a abrir consultas para formar un nuevo gobierno de coalición. Pero ninguno de los partidos más importantes acepta formar parte de un ejecutivo por lo que se esperan comicios adelantados en mayo venidero.