Al menos nueve personas murieron este domingo en un ataque perpetrado con un coche bomba en la Plaza Shaheedan, cerca del cuartel general de las fuerzas de seguridad en Kandahar, en el sur de Afganistán.
En un escueto comunicado, el Ministerio del Interior explicó que un suicida detonó el automóvil lleno de explosivos en el área aledaña a la comisaría policial, y la mayoría de las víctimas fueron civiles.
La cifra de civiles muertos en Afganistán aumentó por quinto año consecutivo sumar tres mil 21 en 2011, récord desde la invasión del territorio por Estados Unidos y Gran Bretaña en octubre del 2001.
Según un informe de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Afganistán, divulgado la víspera en rueda de prensa en esta capital, ese número representa 231 fallecidos más que los dos mil 790 registrados en 2010.
El estudio puntualizó que el 77 por ciento de las pérdidas humanas se atribuye a operaciones realizadas por fuerzas gubernamentales, de Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte, y la insurgencia afgana.
Entre ellas figuran los bombardeos aéreos, convertidos en las operaciones más mortíferas desarrolladas por las tropas afganas y aliadas, así como los atentados dinamiteros.