La crisis política por la ocupación militar estadounidense ocasionó la muerte de nueve personas en Irak, producto de los atentados dinamiteros en dos localidades de esta nación e igual número de emboscadas.
La cifra fue avalada por fuentes policiales, según las cuales el primer atentado dinamitero, con saldo de tres muertos, ocurrió en la provincia de Mosul, a medio camino entre esta capital y el Kurdistán (norte) y famosa por los tejidos de muselina que produce.
El artefacto tuvo tal poder explosivo que dañó edificios y vehículos en el barrio de Karama, acorde con precisiones de medios locales.
Por otra parte, tres desconocidos murieron cuando armaban un artefacto explosivo en la ciudad de Al Latifiya, 40 kilómetros al sur de esta capital.
Los restos de los hombres fueron recogidos por médicos forenses que los llevaron a la morgue de un hospital metropolitano.
Comandos vestidos con uniformes militares detuvieron un vehículo en un falso control carretero en la ciudad de Faluja y ultimaron a tiros a dos integrantes del Partido Islámico de Irak, una formación representada en el parlamento.
Faluya alcanzó notoriedad años atrás por la resistencia que opusieron sus habitantes a la ocupación estadounidense, cuyas tropas tuvieron que devastar la ciudad antes de poner controlarla.
En un hecho separado, un jefe del comité de seguridad del consejo tribal de Saadiya, en el noroeste de esta capital, fue sorprendido y ultimado a balazos por un grupo de hombres sin identificar, dijo una fuente de seguridad aquí.
Otro atentado explosivo, en el que resultó herido un civil, se registró en Baquba, al paso de una patrulla de la policía cuyo vehículo quedó destrozado, según un reporte de la policía.