El retorno a la maternidad de mujeres en edad madura es una práctica aplicada en varias regiones de China a aquellas madres después de haber perdido a sus hijos únicos, informó hoy la prensa local.
De acuerdo con los reportes, el primero de los casos conocido ocurrió en mayo del 2010 en el hospital del Ejército Popular de Liberación en Hefei, provincia de Anhui, donde Sheng Hailin, entonces de 60 años tuvo jimaguas hembras con la utilización de la tecnología de fertilización en vitro.
Trabajadora de la salud ahora retirada, Sheng sufrió la muerte de su hija en 2009, quien falleció junto a su esposo víctimas de un accidental envenenamiento por gas.
Este hecho la sumió en una fuerte depresión y con el consejo de familiares y amigos decidió retornar a la maternidad a los 60 años.
Ahora, Sheng volvió a trabajar como conferencista para sostener a sus dos hijas y asegurarles un buen futuro, según dijo al diario China Daily.
Desde el caso de Sheng, varias mujeres adultas mayores han seguido ese camino en busca del hijo perdido, una situación que sufren unas 76 mil familias en este país, de cuerdo con estimados oficiales.
Un médico de una clínica de fertilidad consultado por el matutino reveló que en años recientes ha aumentado sostenidamente el número de matrimonios que perdieron su hijo y acuden a consulta para ver la posibilidad de tener otro, pese a que la mayoría desconoce el avance de la tecnología reproductiva.
En su opinión, si la población supiera lo adelantado que están esas técnicas el número de personas en busca de esa ayuda sería mucho mayor, aunque admitió que muchas de sus pacientes sobrepasan con creces los 35 años.
Aunque el resultado de esta experiencia es alentador, Sheng confesó que durante el embarazo sufrió hemorragias, dolores en el cuerpo y otras muchas molestias, que olvidó con la llegada de Zhizhi y Huihui, quienes al nacer pesaron 1,85 y 1,45 kilogramos respectivamente.