Más de 900 mujeres del Distrito Federal (DF) de México demandan al Gobierno distrital garantizar el ejercicio y acceso a sus derechos sociales, previstos en la Ley para la Prevención y Atención Integral del VIH-Sida del DF.
Ante esta petición, la presidenta de la Comisión de Desarrollo Social, Ernestina Godoy Ramos, solicitó a la Comisión de Derechos Humanos del DF pronunciarse al respecto. Godoy Ramos explicó que la mayoría de estas mujeres «adquirieron la infección de sus parejas, son viudas, de bajos ingresos económicos, tienen hijos y son el sustento de sus familias» de quien tienen que cuidar no sólo su integridad sino su propia salud.
Además, estas féminas, enfrentan en silencio su diagnóstico, pues su condición les cierra las puertas cuando buscan apoyos para dar sustentabilidad a sus respectivos proyectos de vida, señaló.
La ley para la Prevención y Atención Integral del VIH-Sida prevé crear un centro e instrumentar los programas sociales dirigidos a este sector de la población. Asimismo, establece que las autoridades centrales deben otorgar a quienes viven con esta enfermedad y en condición de vulnerabilidad, apoyos de transporte público y alimentario a mujeres embarazadas, capacitación para el empleo y proyectos productivos, así como provisión de sustituto de leche materna para evitar la transmisión del virus al lactante en el primer año de vida.
La presidenta de la Comisión de Desarrollo Social comentó que alrededor de 954 mujeres atendidas en la Clínica Especializada Condesa del DF requieren de apoyos alimentarios y de transporte.
«Su situación se ha constituido en un elemento que profundiza la desigualdad, la pobreza y la vulnerabilidad», comentó la legisladora.
CRECE EN LAS MUJERES
México registra una prevalencia de VIH-Sida en población de 15 a 24 años relativamente baja (0.24 por ciento), especialmente si se le compara con las magnitudes registradas en los países vecinos que oscilan entre 0.6 por ciento (Estados Unidos) y 2.5 por ciento (Belice).
Desde que se reportó el primer caso en 1983 se ha observado una epidemia concentrada en los hombres que tienen sexo con hombres; sin embargo, recientes investigaciones señalan que la infección ha comenzado a crecer en otros grupos de la población (mujeres heterosexuales unidas o casadas, mujeres usuarias de drogas inyectables, esposas de migrantes, habitantes de zonas rurales), lo cual demuestra la importancia de volver la mirada e incrementar la atención a todos los sectores vulnerables.
Desde 1983 hasta septiembre de 2012, en el Registro Nacional de Casos de VIH-Sida se han contabilizado en forma acumulada 159 mil 451 casos, de los cuales 82 por ciento son hombres y 18 por ciento son mujeres.