La Asamblea Municipal de Kadena, en Okinawa, Japón, aprobó este viernes por unanimidad una resolución mediante la cual se solicita una investigación del reciente accidente de un avión de combate estadounidense frente a las costas de la prefectura.
El episodio lo protagonizó el martes último un F-15 de la base aérea estadounidense de Kadena que se estrelló a unos 60 kilómetros de la isla principal de Okinawa.
Ese incidente reavivó el debate sobre la reubicación de la base militar norteamericana destacada en esa localidad.
El gobernador de la prefectura japonesa de Okinawa, Hirokazu Nakaima, advirtió del desastre que hubiera ocurrido si el avión hubiera caído en una zona urbana.
Nakaima sugirió al mando castrense norteamericano reforzar la seguridad, aclarar las causas del accidente y adoptar medidas para evitar otro episodio similar.
El ministro japonés de Defensa, Itsunori Onodera, supuso que el accidente ocurrió durante una sesión de entrenamiento, aunque hasta ahora se desconoce si se debió a problemas mecánicos o a la naturaleza del ensayo.
En Okinawa se concentra 70 por ciento de todos los militares norteamericanos desplegados en Japón, lo cual ha generado protestas de la población y el Gobierno local.
También la base aérea norteamericana de Futenma, en la mencionada prefectura, radica en una zona densamente poblada que sufre de los ruidos de los aviones y de posibles accidentes.