Con un concierto pedagógico la Ossbv culminó con éxito su paso por Omán|Muscat vibró con el Mambo de Bernstein y bajo la batuta de Gustavo Dudamel

“¡Ahí viene! ¡Ahí viene!”, gritaban eufóricos un grupo de niñas y niños de chaquetas tricolor asistentes al concierto pedagógico, ofrecido por la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela (Ossbv) en el Royal Opera House Muscat.

En el concierto la orquesta brilló, una vez más, con un repertorio encabezado por la Sinfonía N°5, de Beethoven; Romero y Julieta, Fantasía Obertura, de Tchaikovsky; Danzón N°2, del mexicano Arturo Márquez; Mambo, del norteamericano Leornad Bernstein y un popurrí de las piezas criollas Pajarillo y Alma Llanera. Al terminar, los chamos se apostaron en la salida del camerino de Dudamel a la espera de su ídolo musical.

“Sentí mariposas en el estómago. Es el mejor concierto sinfónico que he visto en mi vida”, expresó Gustavo Lares, niño venezolano que reside con sus padres en Muscat desde hace más de un año.

Durante la espera, Lares no paraba de hablar sobre su admiración hacia Gustavo Dudamel y los músicos de la orquesta. “Yo toco trompeta y me gusta muchísimo hacerlo; quiero seguir estudiando música, es mi pasión. Venir a este concierto fue una experiencia maravillosa”; afirmó contundentemente el jovencito, con una madurez única al hablar.

Su hermana Mariana, de cinco años lo escuchaba atentamente y lo interrumpía, una y otra vez, para avisarle que el maestro Gustavo ya estaba por salir. “Mira, mira, viene por allá”, le advirtió la niña.

¡YA SALIÓ!

Luego de tantas ansias terminó la espera. Dudamel finalmente salió de su camerino y  quedó totalmente rodeado de estos pequeños que, desesperadamente, le pedían que autografiara sus chaquetas y banderas venezolanas.

El maestro, con una gran sonrisa, accedió a la solicitud de los infantes y amablemente inició su firma de autógrafos,  sin sospechar que lo esperaba una gran sorpresa: un grupo de venezolanos, agrupados a la afueras del teatro, le cantaron cumpleaños por adelantado, pues arriba a sus 33 años de vida.

El director de la Ossbv no contuvo su emoción y agradeció “con todo el corazón” a sus seguidoras y seguidores por tan emotivo gesto. “¡Muchas gracias!”, exclamó ruborizado.

Los flashes iban y venían mientras poco a poco el barquisimetano estampaba su firma en programas, franelas, chaquetas, hojas y hasta en la mano.

Tras una larga jornada, el maestro criollo y sus músicos cerraron un capítulo más de su historia musical. La conquista del público omaní fue evidente. Los conciertos impecables, la entrega evidente y las ganas de volver están latentes en las y los intérpretes y en la Fundación Musical Simón Bolívar  para sembrar la semilla de El Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela en esta zona del mundo.

OTRO RETO

Mañana la Simón Bolívar de Venezuela emprende viaje hacia su siguiente reto: la conquista de Abu Dabi, en Emiratos Árabes Unidos. El Emirates Palace Auditorium es el escenario que recibirá a los músicos de la orquesta, quienes se presentarán ante el público de este país con las siguientes obras: La Tempestad y Romero y Julieta, del compositor ruso Tchaikovsky y la Sinfonía N°5 de Beethoven.

T/ Patricia Pineda
F/ Cortesía Fundamusical Bolívar
Muscat