Atesora los vestidos de la Virgen| Museo Arquidiocesano acogió a las devotas y los devotos

Antes de volver a sus lugares de origen, muchas de las personas que se trasladaron hasta el estado Lara para asistir a la procesión de la Divina Pastora visitan el museo arquidocesano, que está ubicado en una ala de la iglesia de Santa Rosa.

“Acá están guardadas todas las pertenencias de la Divina Pastora. Hay gran cantidad de los vestidos que ha usado en las procesiones anteriores, zapatos y sus coronas”, comentó una de las feligresas que cuida la entrada del recinto, que data de la Colonia.

Dijo que el cobro para ingresar al museo es simbólico, pues cada quien aporta lo que desee. Señaló que durante los días de la peregrinación de la imagen de la Divina Pastora a Barquisimeto el acceso es libre, pues el clero considera necesario que la feligresía conozca cada vez más sobre esta devoción mariana.

Al entrar se aprecian cuadros con fotos de la Virgen y los números respectivos de la procesión a la que se refiere. En las paredes se avistan placas y medallas de graduación de las más variadas carreras e instituciones educativas y también insignias militares. En los rincones se ubican cajones de madera, dentro de los que reposan miles de dijes con formas de la Virgen, animales, carros, bebés y casas, entre otros. Son piezas que la gente ha ofrendado en pago por los favores recibidos.

En otro de los lugares se ubica una mesa. Sobre ella se encuentra una gran cantidad de cartas, muchas hechas a mano, con las que las devotas y los devotos piden favores a la Virgen. Las peticiones están tapadas con una lámina de vidrio y piden que las y los visitantes no toquen nada de lo que ven. La ropa de bebés es otra constante. Llaman la atención los dibujos hechos por niñas y niños, que están colocados en marcos en las paredes del recinto.

BAJO AGUA BENDITA

Antes de salir del museo, hay un gran armario con puertas de vidrio que resguarda los trajes de la Virgen Divina Pastora. El azul claro y el blanco son los colores que más se repiten.

Al lado de la puerta de salida del museo, una réplica de la imagen de la virgen despide a las y los visitantes. Está colocada en una cueva artificial sobre la que cae agua en cascada. Dicen las y los lugareños que esa agua fue bendecida por los padres de la iglesia de Santa Rosa. Verdad o no, son muchos quienes se acercan a tocarla y persignarse antes de retomar el camino y despedirse de la patrona de Lara hasta el próximo año.

T/ D’yahana Morales
F/ María Isabel Batista
Barquisimeto