El economista Luis Oliveros aseguró que “el control de cambio se tiene que acabar porque es un generador de distorsiones”. No cree que el Simadi sea un primer paso para que este “implosione”, tal y como lo estiman algunos analistas. “El Gobierno se mueve por encuestas y el sesenta y pico por ciento de los venezolanos ve bien el control de cambio, por eso no lo van a eliminar”, sentenció. Sin embargo, considera que “Venezuela estuviera muchísimo mejor sin controles de cambio y sin controles de precio”.
Comenta que al “flexibilizar ese mercado y generar confianza” se evitaría una fuga de capitales, situación por la cual se comenzó a implementar esta medida que, a su parecer, fue un error. “Yo creo que no era la forma, Venezuela tenía otras alternativas. Era un momento de sentarse y generar políticas”, argumentó. A eso suma la figura del presidente Hugo Chávez, “que era un líder, con arraigo popular, que podía vender la idea de un nuevo esquema cambiario”.
De igual forma, indica que mucho ayudaría un Banco Central que, en el caso de que haya movimientos erráticos, demuestre que tiene la fortaleza de responder: “Me pidieron mil millones, subí la tasa, la demanda bajó a 200 o a 100, pero yo los puse”. Con esa lógica, analiza, “el banco le estaría diciendo al mercado: Cálmese que aquí hay capacidad de respuesta”. Según el especialista, “el Banco Central tiene que darle las señales al mercado para tranquilizarlo, pero si hoy liberan, todo el mundo va a salir corriendo porque se sabe que la inflación va a ser de 100”.
SALIDA FÁCIL
Por otra parte, Oliveros no piensa que sea factible dolarizar la economía. “Yo no soy partidario de la dolarización. ¿Quieren mejorar la economía y no saben qué hacer? Volteen a Perú, volteen a Colombia, volteen a Bolivia, y pregúntenles qué hicieron”, recomendó.
Asegura que esos países “no dolarizaron sus economías y están muy bien económicamente”. En la región, detalló, solo lo ha hecho Ecuador, “que también está bien”, porque en Panamá se llevó a cabo hace 100 años y por tanto “no se puede tomar como una experiencia reciente para hablar bien de la dolarización”.
El especialista estima que Venezuela “tiene muchas otras opciones” que desarrollar antes de llegar a ese planteamiento que, a su parecer, “es la salida fácil a los problemas”. Señala que la dolarización generaría, entre otros conflictos, “una caída fuerte de los precios del crudo y del PIB”. Una complicación adicional, agrega, es que “cuando se dolariza no hay plan B” para volver al esquema anterior.
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