El suizo Roger Federer y el español Rafael Nadal se medirán este viernes en una de las semifinales del Abierto de Australia, en lo que será un clásico duelo entre dos amigos y grandes rivales, que para ganarse el pase eliminaron al británico Andy Murray y al búlgaro Grigor Dimitrov, respectivamente.
Nadal disparó primero y necesitó tres horas y 37 minutos para librarse de Dimitrov, por 3-6, 7-6 (3), 7-6 (7) y 6-2. Luego, Federer, con mejor forma que Murray, que compite en su segundo torneo después de operarse la espalda el pasado año, se impuso por 6-3, 6-4, 6-7 (6) y 6-3, en tres horas y 20 minutos, para lograr por undécima vez consecutiva la clasificación a las semifinales.
Ambos volverán a medirse mañana, con 32 duelos en su historial, sabiendo que Nadal ha ganado 22 de ellos.
Federer está resuelto a hacer lo imposible por dejar su marca en la historia de este deporte en el que ya ha ganado 17 títulos grandes y cuatro de ellos aquí. Lo demostró jugando dos primeros sets de ensueño ante Murray.
Su ambición permanece y ante un rival como el escocés, finalista el pasado año, se exhibió con una extensa gama de golpes, desde un sólido juego de fondo a un perfeccionista y sutil esquema de ataque.
Sus reservas también parecen intactas. Ayer aguantó al pie del cañón, sin importarle los extenuantes 18 minutos de tensión del tercer juego del cuarto parcial, en el que Murray defendió con éxito seis ocasiones de rotura.
Pasadas las tres horas, Federer seguía sin bajar el ritmo, luchando cada bola, y sacando al mismo nivel que al principio. Rompió en el octavo juego (5-3) cuando parecía que Murray podía alargar el partido, y luego sentenció como un maestro para cerrar con su décimo saque directo.
SATISFECHO
“Será un gran partido, duro y complicado”, dijo al referirse al duelo contra Nadal. “Tengo un día libre, para ver y preparar con mi equipo cómo debo encararlo. Él ha hecho una increíble gran vuelta el pasado año, después de estar siete meses lesionado. Veremos cómo sale”, dijo el suizo que acabó 54 golpes ganadores, prueba de su agresividad.
Antes, Rafael Nadal cedió el primer set en lo que va de torneo, salvó tres puntos que le hubieran costado otro más, pero al final logró dominar al talentoso jugador búlgaro Grigor Dimitrov.
Sus problemas en la mano izquierda, que permanece vendada para proteger la llaga que tiene abierta en la palma, mantuvo en vilo al español que sufrió para doblegar al búlgaro en la primera intervención de este en los cuartos de un grande.
“He tenido mucha suerte en el desempate”, señaló Nadal, “y he sufrido mucho”, añadió el jugador de Manacor que explicó que sus principales problemas con el vendaje de protección lo pagó su saque, ya que algunas veces su raqueta se le escapaba.
Texto/EFE