Rafael Narváez, exparlamentario y defensor de derechos humanos, dijo aspirar a que el Estado le dé respuestas a la ciudadanía en materia de seguridad una vez superadas las elecciones parlamentarias.
Al presentar su balance del año 2015, remarcó que las sedes policiales han sido atacadas con granadas y armas de largo alcance en el año 2015, por una parte, y por otra “hemos visto ajusticiamientos” perpetrados por vecinos.
A su juicio, el hampa “siguió mandando en las calles de Venezuela” y “ha impuesto un Estado criminal” con pranes que, según dijo, dirigen la extorsión y el sicariato. Esto “tiene que ver con la falta de políticas criminales por parte de los ministros de turno”, fustigó, ya que “van más de 23 planes de seguridad” y el saldo no es favorable. “El hampa sigue siendo dueña del territorio venezolano”, estimó.
Narváez recordó que, cuando surgió la OLP, lo criticó por considerar que era solo un asunto mediático. Deploró la impunidad y los crímenes sin castigo y opinó que la OLP se parece a la aplicación de la desaparecida Ley de Vagos y Maleantes “pero con represión”.
A su juicio, se habría cedido el mandato del Estado “a los pranes de Venezuela”. Calculó que en la Gran Caracas se habrían cometido 5.500 homicidios en 2015 y que han sido asesinadas 133 mujeres.
Reiteró que el desarme voluntario es ingenuo y se preguntó qué pasó con las becas otorgadas a cambio de las armas. El vocero aseguró que no quiere el fracaso de la gestión ministerial, sino todo lo contrario, y afirmó que si el Parlamento hubiese interpelado “quizá los ministros hubiesen corregido”.