Hoy se celebra un aniversario del natalicio de Simón Bolívar, pero el contexto nacional e internacional indica que será un festejo diferente, y por varias razones. El pasado 15 de julio se exhumaron los restos que presumiblemente son del prócer, a fin de investigar si efectivamente se trata del Libertador (mediante pruebas de ADN), e intentar determinar cuál fue la causa de la muerte (tuberculosis, envenenamiento).
El 16 de julio, el país entero pudo ver, en transmisión conjunta de radio y televisión y por iniciativa del presidente Chávez, el presunto esqueleto del líder, excelentemente conservado gracias al trabajo del médico José María Vargas. Pero además, el vicepresidente Ejecutivo, Elías Jaua, anunció que se construirá un mausoleo para el Padre de la Patria.
El Libertador, quien abrió los ojos en Caracas el 24 de julio de 1783, pasó varias decenas de años en el Panteón Nacional. “Comparte ese espacio con héroes y con otros que no son tan héroes”, aseveró el Vicepresidente, en una rueda de presa efectuada el pasado miércoles.
Tradicionalmente se ha conmemorado la fecha en ese recinto, pero esta es la última vez. El año próximo, tal como lo notificó Jaua, Simón Bolívar estará en un lugar edificado especialmente para él, ubicado en las adyacencias del actual Panteón, en el Foro Libertador de Caracas. El 5 de julio de 2011, para el Bicentenario de la firma del acta de Independencia, la obra debe estar concluida. El nuevo sarcófago, enfatizó el Vicepresidente, será de oro, plata y diamantes, “y hecho por su pueblo”.
En la mañana de hoy, el Jefe del Estado colocará en el sarcófago del Libertador una bandera con ocho estrellas muy particulares, ya que fueron cosidas por mujeres del pueblo. La voz de José Montecano, hermano del cantautor Alí Primera, acompañará al Mandatario Nacional. El niño César Contreras, de 10 años de edad, declamará un poema en homenaje al Padre de la patria.
RATIFICAR SU IDENTIDAD
La exhumación de los restos de Simón Bolívar es uno de los hechos distintos que caracteriza la celebración de este natalicio. Los análisis permitirán saber, de una vez por todas, “si se trata de él. La realización de las pruebas de ADN lo va a confirmar o a desmentir sin dejar cabida a dudas de ningún tipo”, subrayó John Dove, médico escocés que ahora se dedica a las investigaciones sobre el Libertador.
Hace más de 20 años, John Dove se graduó como médico especialista en enfermedades de la columna vertebral. Un viaje a Colombia y la lectura de los libros de Gabriel García Márquez, entre ellos El General en su Laberinto, inspiraron sus estudios sobre Bolívar.
“Al leer la obra encontré controversias sobre la enfermedad que afectó a Bolívar durante los últimos días de su vida, y eso me motivó a iniciar la investigación: salí de la medicina para pasar a la literatura, y ésta me regresó a la medicina”, dijo.
Comentó Dove que en una oportunidad fue invitado a la ciudad de Baltimore, en Estados Unidos, donde presentó parte de sus investigaciones. Dentro del grupo de ponentes estaba el doctor Paul Auwaerter, quien sugiere que el prócer pudo haber sufrido envenenamiento por arsénico, aunque no se atreve a hablar de un acto intencional.
“A mi juicio, el Libertador no fue envenenado”, acotó Dove. “Según tengo entendido, durante su gesta independentista y a consecuencia de tantos viajes y consumo de aguas contaminadas, padeció varias veces de malaria, y las medicinas para combatir esa enfermedad incluyen arsénico en una dosis baja. Para haber muerto por ingesta de arsénico debió haberlo consumido durante muchos años y de manera excesiva”.
A su juicio, el diario del médico de cabecera de Bolívar en los últimos días, Alejandro Próspero Reverend, es muy importante para las pesquisas.
“El proceso de exhumación que se ha hecho a los restos del Libertador es un gran avance; además, así se agrupan nuevos elementos que contribuyan al estudio de su persona y de sus últimos días. Para los próximos meses está prevista la realización de una conferencia en Caracas a fin de ofrecer a la población los resultados exactos de las pruebas de ADN, así como del resto de las piezas localizadas”, adelantó.
Lo maravilloso de la exhumación “es que va a permitir tener la certeza de si efectivamente los restos óseos que reposaban en el cofre traído desde Santa Marta, Colombia, son los de Simón Bolívar”. Recordó que en esta ciudad colombiana “hubo un terremoto hace muchos años, que movió las piezas y las pudo haber contaminado, o simplemente destruido”, puntualizó.
El científico elogió el procedimiento que se efectuó el 15 de julio y que duró 24 horas. “Puedo decir que el trabajo se ha hecho de manera excelente, por lo cual sus resultados serán certeros y en completo apego a la normativa forense”, concluyó.
UN ROSTRO PARA LA HISTORIA
A comienzos del siglo XIX no existía la fotografía. Por lo tanto, no quedó registro del rostro de Simón Bolívar, aunque sí hay una extensa colección de cuadros que lo retratan como un hombre de nariz aguileña y cabello negro.
Las múltiples tomografías tomadas al cráneo de los restos exhumados en el Panteón Nacional permitirán que Venezuela y el mundo conozcan la reconstrucción de la fisonomía del Libertador.