Capas de neblinas contaminantes que cubren extensas territorios del norte de Tailandia siguen afectando a la población después de una semana en la que se reportaron alrededor de siete mil casos de trastornos respiratorios por día.
Mediciones médicas revelaron la presencia de entre 204 y 218 microgramos de partículas por metro cúbico, que sobrepasa en forma alarmante el nivel de 120 aceptable para la salud humana.
Durante una visita a la provincia Chiang Mai, el viceministro del ramo, Somsak Chunharas, instruyó a suministrar 200 mil máscaras protectoras a los residentes perjudicados por un fenómeno de agresión ambiental que se registra todos los años por esta época.
La Cámara de Comercio de la localidad reveló como principal causa de este problema cíclico la quema de plantaciones de maíz para limpiar los campos, al menos en un 70 por ciento.
Su vicepresidente Wittaya Krongsap anunció que se contactará a relevantes agencias y negociantes del maíz para alimento animal para que asuman responsabilidad con lo que está ocurriendo.
Autoridades académicas reclamaron la adopción de otras medidas alternativas, a sabiendas de que los incendios habituales constituyen el método más barato en una región campesina montañosa de difícil acceso a maquinarias.
La situación ambiental se tornó tan insoportable la semana pasada que Singapur movilizó tres helicópteros con cargas de agua en ayuda a los esfuerzos del gobierno de Tailandia para paliar esta vez la crisis que se registra entre febrero y marzo de cada año.