Ingenieros militares desactivaron este sábado un coche bomba colocado para estallar contra un complejo residencial estudiantil de la Facultad de Agronomía en Aleppo, el segundo en dos días en esa ciudad a 335 kilómetros al norte de esta capital.
Los terroristas colocaron en el vehículo seis cargas conectadas a un temporizador y un detonador por control remoto, más cuatro balones de extinguidores para aumentar la presión y la potencia de la explosión, detalló la agencia de noticias SANA.
De haber estallado, el saldo hubiera sido alto pues en ese centro habitacional viven muchos jóvenes que estudian en el colindante centro de agronomía.
La fuente relató que el ciudadano Ammar Khalifeh informó a las autoridades sobre el carro bomba. Khalifeh explicó que el vehículo bloqueaba el paso, y cuando preguntó por el dueño, nadie le pudo responder y al mirar adentro vio una extraña conexión que resultó ser de los explosivos entre los pedales, y llamó inmediatamente a las fuerzas del orden.
Las autoridades locales indicaron que tan solo 10 minutos separó la llegada del equipo de zapadores y la eficaz desactivación del tiempo fijado para el estallido.
La víspera otra unidad de ingenieros militares neutralizó un carro bomba cargado con 600 kilos de explosivos que estaba preparado para explotar cerca de la mezquita del barrio residencial de al-Sakhour, también en Aleppo.
Por otro lado, SANA citó a una fuente del gobierno quien negó la información propalada por el canal satelital al-Arabiya sobre la presunta deserción de un piloto de las Fuerzas Aéreas sirias, quien antes de dirigirse hacia Turquía bombardeo, según ese medio saudita, un cuartel de la seguridad en Aleppo.
Tal noticia es totalmente falsa, aseguró la fuente y denunció que canales como al-Arabiya, que se han prestado para la campaña tendenciosa contra Siria, difunden informaciones infundadas de ese tipo lo cual refleja el fracaso de su ofensiva mediática.