Al menos cinco muertos, dos desaparecidos y más de cinco mil 600 damnificados es el balance hasta este miércoles de las intensas nevadas que afectaron por más de una semana varios departamentos de Bolivia, informaron las autoridades locales.
Según informó el Viceministerio de Defensa Civil, a estos daños se suman más de mil 103 hectáreas de cultivos destruidos y la pérdida de mil 135 cabezas de ganado.
No obstante, la local Radio Aclo, estimó que en el sureño departamento de Chiquisaca, la cifra de muertos asciende a 11, aunque no ha sido confirmado con las autoridades.
El Servicio Nacional de Meteorología anunció que las condiciones ambientales mejorarán a partir de esta semana, aunque pronosticaron un aumento de las lluvias.
La semana anterior, la policía rescató a una mujer que dio a luz en medio de una intensa nevada en Cochabamba, donde quedó atrapada en una carretera desde el pasado sábado por la helada.
Esta ola polar afectó principalmente los departamentos de Cochabamba, Oruro, Potosí y La Paz, donde los cerros y montañas se tiñeron de blanco con uno de los últimos frentes fríos del invierno austral.
En las afueras de La Paz, en la región de La Cumbre, el punto más alto de la ciudad, a cuatro mil 670 metros sobre el nivel del mar, la capa de nieve superaba los 40 centímetros de grosor y por varios kilómetros a la redonda los cerros estaban totalmente teñidos de blanco, un espectáculo inusual en esa región, pese a las frecuentes nevadas.
Poco acostumbrados a fenómenos de este tipo en las cercanías de la ciudad, miles de personas acudieron a La Cumbre a disfrutar de una de las mayores nevadas del año.
Según constató Prensa Latina, fue tanta la afluencia de personas que el tráfico se interrumpió por varias horas en la ruta que bordea la elevación, a donde llegaron los bolivianos a jugar con la nieve, armar muñecos o realizar sacrificios a la Pachamama, la Madre Tierra.
Hasta julio pasado, unas 14 personas murieron aquí como resultado de una ola invernal, que provocó intensas nevadas, niebla profunda y temperaturas mínimas cercanas a los menos 17 grados centígrados en algunas regiones.
Bolivia ostenta desde 1946 el récord de temperatura más baja en América del Sur: menos 25,7 grados registrados en el salar de Uyuni, en el sur.