En la cancha del Poliderpotivo La Veguita|Niños de La Vega invierten sus horas libres en práctica de fútbol sala

Antes de ir a la escuela, un grupo de pequeños que cursa estudios en el horario vespertino pasa por la cancha del Poliderpotivo La Veguita, en la parroquia La Vega, de Caracas, para jugar fútbol sala.

«Desde las 8:00 de la mañana hasta las 10:00 estoy aquí, jugando, después me voy a la casa y luego al colegio», comentó Efraín Monterroso, uno de los niños que día a día hace vida en el lugar.

Para el niño, ser parte del equipo de su parroquia es un sueño hecho realidad «pero yo quiero llegar muy lejos, quiero ser uno de los mejores jugadores y para eso hay que practicar», destacó, durante una entrevista en Venezolana de Televisión.

Otro de los infantes que practica esta disciplina es Gregorio Salazar, quien encontró en el deporte una nueva forma «de conocer amigos, cooperar, aprender más valores como el respeto».

Agradeció al comandante supremo de la revolución, Hugo Chávez, y a la Alcaldía de Caracas por haberles dado sus uniformes y promover el deporte en las barriadas.

A Gregorio le gusta jugar como delantero para poder anotar goles «y ganar los partidos. Mi sueño es llegar a nivel internacional».

«Practicar un deporte es muy fino, los invito para que vengan y jueguen con nosotros», continuó.

En el polideportivo, José Salazar es uno de los encargados de alentar y estimular el crecimiento de los niños en La Vega. Su método es el de la enseñanza y mediante los entrenamientos se dedica a formarlos.

«Yo me siento muy agradecido por la oportunidad que tengo de contribuir con la formación de estos muchachos, porque ellos son los futuros ciudadanos. Mi misión es cambiar el paradigma de que en los barrios sólo hay violencia y abrirle paso a actividades como éstas para crear al hombre nuevo», expresó.

Cada miércoles, a partir de las 6:00 de la tarde, se reúnen en el Poliderpotivo La Veguita los entrenadores de ese lugar y los que hacen vida en la parroquia «para discutir las políticas que estamos manejando en las comunidades y las necesidades del país».

Así se busca crear las estrategias para fortalecer a los niños y apartarlos de la violencia o los vicios. «Creemos que podemos formar a nuevas personas y trabajamos para ello metiendo la cultura y el deporte como agentes de cambio».

La mayor satisfacción para José Salazar es ver respaldado el trabajo comunitario por el Estado «no solamente con recursos sino con capacitación porque, una vez que nosotros estamos preparados para asumir el reto, lo demás viene solo y la masificación es posible cuando se cuenta con el apoyo».

Fuente/AVN