Columna La canalla mediática|Nuestro rol en esta lucha (Opinión)

Hace unos días se conoció la lista de reconocimientos que entregará el Premio Aníbal Nazoa a la construcción de un periodismo al servicio de sus usuarios, a diferencia del periodismo privado, que pretende manipular a los usuarios para el beneficio de intereses ajenos.

Junto a los artilleros Armando Carías, Ennio Di Marcantonio y otras y otros que junto a los lectores (que en muchísimas ocasiones se toman el tiempo para responder a aquello que publicamos, y hasta nos envían sus propias reflexiones y propuestas), unen sus esfuerzos a la contraofensiva necesaria para disminuir los embates de la falsimedia y la guerra comunicacional sobre el proyecto revolucionario, encontré mi propio nombre, y aunque en un principio me sentí muy agradecida, al ratico me entró una melancolía que todavía no se me va.

Me explico: de no estar actualmente miles de periodistas luchando contra un ejército de periodistas que ponen precio a su honor y acribillan al país con mentiras que enferman mentes (e incluso cuerpos, porque el desprecio inoculado a veces se transforma en lamentables formas de autodestrucción), el país completo ya se habría sumido en la oscuridad que necesita el poder económico para echar mano de lo que la Revolución ha democratizado.

Es contra eso, contra “La Canalla Mediática”, que peleamos nosotros.

De ahí mi melancolía: pensar en las cosas bonitas que podría compartir con ustedes si no hubiera que dedicarse tanto a desmontar la farsa manipuladora de quienes, a falta de papel higiénico, se limpian con su Código de Ética.

T/ Malú Rengifo
malurengifo@gmail.com