Ningún economista de renombre se atreve a pronosticar “buenos augurios” para el 2014.
Los más serios entienden que su reputación y credibilidad estarían en juego si ceden ante las presiones de los gobernantes de los países desarrollados que exigen “señales positivas” para hacer clamar a los “asustadizos” mercados y a las masas populares que hoy se levantan en protesta antisistema por todo el orbe.
Ellos coinciden en que tampoco volverá a visitarnos el tan añorado “Santa Claus” de la recuperación económica el venidero 2014, así como no lo ha hecho desde el 2008, pues una nueva burbuja económica-financiera amenaza por convertirse en un cataclismo que destruirá a las economías desarrolladas del mundo.
Robert Shiller, premio Nobel de Economía 2013, acaba de pronunciar su mas reciente augurio, muy doloroso para los defensores del criminal sistema capitalista mundial.
En entrevista para la revista alemana Der Spiegel, el economista Shiller dijo: «No estoy dando la alarma todavía, pero en varios países las Bolsas de Valores están en niveles altos y los precios en los mercados de propiedades han subido fuertemente. Esto podría acabar mal (…)
“Lo que más me preocupa es el auge del mercado accionario de Estados Unidos (…) La brusca alza de precios de las acciones y de las propiedades podría provocar una burbuja financiera que puede causar problemas económicos a nivel global”.
A las palabras de Shiller se suman las del reconocido economista Nouriel Roubini, cuando sentenció en su reciente artículo distribuido por Project Syndicate que el mundo se encuentra al borde de un nuevo “crack” hipotecario.