Choques entre manifestantes y policías estallaron este domingo en la ciudad norteña egipcia de Port Said, durante los funerales de víctimas de violentos disturbios la víspera.
Los enfrentamientos del sábado siguieron a la condena a muerte por una corte de esta capital de 21 de los 73 acusados de causar el fallecimiento de 74 espectadores tras un partido de fútbol en febrero del año pasado en esa ciudad, localizada a unos 200 kilómetros al norte de esta capital.
Las ceremonias fúnebres en la mezquita Al Mariam fueron interrumpidas por el efecto de granadas lacrimógenas lanzadas desde un centro de reunión del Ejército y la Policía, dijo un testigo, lo que provocó la ira de los fieles, que prendieron fuego a la instalación.
Medios sanitarios en la zona dijeron que 10 personas han sido atendidas hoy con heridas de perdigones y balas; el portavoz militar Ahmed Alí desmintió hoy versiones de que las autoridades empleen munición viva contra los manifestantes.
Las protestas en Port Said siguen a las marchas del viernes en esta capital y otras ciudades en demanda de la anulación de la recién aprobada Constitución, la formación de un Gobierno de salvación nacional y contra la extensión de la influencia política de la Hermandad Musulmana de la que es miembro el presidente Mohamed Morsi.
Esta mañana decenas de personas chocaban en esta capital con agentes del orden en las proximidades de las sedes del Congreso y del Ministerio del Interior en la calle Qasr el Aini, próxima a la Plaza Tahrir, mientras un dirigente opositor, Hamdeen Sabahi, anunció más marchas para mañana y pasado.
Asimismo, adversarios del presidente protestaron contra la posible imposición del toque de queda en Port Said- que esta siendo patrullada por el Ejército- y Suez.
La gravedad de la situación está dada por la decisión del presidente Morsi de suspender su programada participación en la Cumbre de la Unión Africana, de la que Egipto es miembro, y cuya sede es Addis Abeba, la capital etíope.
El violento fin de semana ha puesto a Egipto al borde de una crisis de gobernabilidad para la cual no se vislumbra salida inmediata y pacífica.