El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció este lunes un nuevo plan para reducir el déficit fiscal en su nación. Explicó que su gobierno aumentará los impuestos a los más ricos, y que no permitirá que en el Congreso se reduzcan planes sociales si la medida anunciada no es aceptada.
“Las clases medias no tienen que pagar más impuestos que los millonarios, está mal, no es justo. Una enfermera paga más de impuestos que alguien que gana 50 millones de dólares en el año”, expresó Obama.
La semana pasada el mandatario presentó un plan para la creación de empleos por más de 450 mil millones de dólares, que deberá ser avalado por el Parlamento.
“Durante la pasada década la nación ha sufrido el costo de dos guerras, la recesión y la decisión de Washington de cortar los impuestos a los ricos”, expresó Obama.
El Jefe de Estado señaló que “tenemos que ir línea por línea por el presupuesto sin afectar la educación y la construcción y lo que realmente importa para el futuro”.
El presidente estadounidense propuso el recorte de más de 3 billones de dólares al gasto gubernamental y afirmó que el seguro social también será sometido a ajustes.
El plan presentado ahora será discutido por una comisión bicameral en el Congreso, lo que presupone un arduo proceso de negociaciones, para luego ser llevado a votación.
Ante el anuncio el titular de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el republicano Jonh Boehner, rechazó la propuesta oficial, al considerar que no es una “contribución seria” al trabajo que está realizando el Congreso.
“Enfrentar a un grupo de estadounidenses contra otros no es liderazgo”, indicó el legislador. Históricamente, el partido Republicano se opone al aumento de impuestos a los sectores más poderosos.
Por su parte, el diputado republicano del estado de Wisconsin, Paul Ryan, sostuvo que la iniciativa de la Casa Blanca perjudicará a la economía, inyectará mayor inestabilidad y ralentizará la aparición de empleos en todo el país.