Expertos en seguridad nacional coinciden en que librar guerras contra Irak y otros países del Medio Oriente ha debilitado la seguridad de EE. UU. y ha aumentado los riesgos de terrorismo.
De hecho, Al Qaeda no estuvo en Irak hasta que EE. UU. invadió en 2003; similarmente, los neoconservadores planearon un cambio de gobierno en Siria hace 20 años.
Llevar a cabo actos de violencia atribuyéndole responsabilidad al gobierno sirio, como excusa para un cambio, fue discutido hace más de 50 años por líderes estadounidenses y británico.
Los gobiernos occidentales quieren un cambio en Siria debido al petróleo: Siria es una parte integral del gasoducto árabe propuesto de 1.200 kilómetros.
El rol principal de Siria en el gasoducto árabe es una clave del por qué está siendo atacada ahora.
Al igual que fue programado la eliminación del Talibán luego que exigieron demasiado a cambio del gasoducto de la empresa estadounidense Unocal, Assad está siendo atacado porque él no es un «jugador» confiable.
Específicamente, Turquía, Israel y su aliado Estados Unidos quieren un flujo garantizado de gas a través de Siria y no quieren un régimen en esa nación que no sea incuestionablemente fiel a esos tres países para interponerse en el camino del gasoducto o que demande una gran una parte de las ganancias.
Un acuerdo también ha sido firmado para conducir un gasoducto desde el gigante yacimiento iraní South Pars a través de Irak y Siria (con una posible extensión a Líbano), otro para llevar el petróleo desde el campo de petróleo de Kirkuk en Irak con el puerto sirio de Banias también ha sido aprobado. Turquía e Israel serán excluidos de estos competidores gasoductos.
No es de extrañar que Turquía e Israel estén lanzando ataques militares contra Siria.
Por otro lado, la industria de gas natural gigante de Rusia se vería amenazada si el gobierno actual de Siria es derrocado y tampoco es extraño que Israel y Rusia estén entrando en ello.
Las monarquías en Catar y Arabia Saudita también se beneficiarían como competidores en el mercado del gas si el gobierno de Siria es derrocado, así que ellos igualmente respaldan a los “rebeldes”.
Estados Unidos está apoyando fuertemente a terroristas de Al Qaeda en Siria, armando a la oposición siria desde 2006 y ahora está considerando imponer una zona de exclusión aérea sobre Siria, que fue también la medida de apertura en las guerras contra Irak y Libia.
INVASIÓN BASADA EN MENTIRAS
Bush lanzó la invasión a Irak de manera fraudulenta, similarmente la guerra en Siria está preparando por Obama y jugadores del gas natural en la región que quieren sacar a Siria y a Rusia del juego.
El ex jefe del Estado Mayor Conjunto dijo que la Guerra de Irak fue basada en una serie de mentiras.
Muchos oficiales militares de alto rango, altos líderes republicanos y arquitectos claves de la invasión a Irak afirmaron que la guerra fue realmente por petróleo. Y el pueblo estadounidense todavía no ha visto ningún beneficio.
Economistas petroleros han dicho que la guerra de Irak aumentó sustancialmente el precio del petróleo.
El gobierno estadounidense vendió la invasión a Irak de manera fraudulenta. En efecto, el gobierno de EE. UU. planeó la guerra mucho antes del 11 de septiembre.
El ex director de la CIA George Tenet afirmó que la Casa Blanca quiso invadir esta nación mucho antes de esa fecha e insertó mentiras en sus justificaciones para intervenir el país árabe.
El ex Secretario del Tesoro Paul O’Neill también afirma que Bush planeó la guerra contra Irak antes del 11 de septiembre. Altos funcionarios británicos dicen que EE. UU. discutió el cambio de gobierno en Irak aún antes que Bush asumiera el cargo de presidente. En el año 2000, Dick Cheney expresó que un gobierno de Bush podría “tener que tomar una acción militar para retirar por la fuerza a Saddam Hussein del poder”.
En efecto, los neoconservadores planearon el cambio de gobierno en Irak hace 20 años.