El presidente estadounidense prometió tanto a los norteamericanos como a los afganos que investigará la acción de un soldado norteamericano que abrió fuego contra civiles en la provincia de Kandahar y mató a 16 personas.
El presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Barack Obama, se disculpó este martes por la masacre de civiles a manos del Ejército norteamericano ocurrida en Afganistán el pasado domingo y prometió que se realizará una exhaustiva investigación sobre los hechos.
«Puedo asegurarle a los estadunidenses y a los afganos que vamos a seguir los hechos a donde nos lleven y vamos a asegurarnos de quien sea que estuvo involucrado rinda cuentas con todo el peso de la ley», dijo.
Al hablar en el jardín de las rosas de la Casa Blanca, el mandatario norteamericano indicó además que no se modificará la estrategia que su país mantiene en la nación asiática.
«Tenemos una estrategia que nos permitirá reducir esta guerra de manera responsable», manifestó el jefe de Estado.
Sobre esto, explicó que su Gobierno continúa con la transición paulatina para traspasar la responsabilidad de la seguridad del país a las autoridades afganas y retirar de manera gradual las 90 mil tropas que se encuentran en esta nación.
«Ya hemos programado la remoción de 23 mil tropas para finales de este verano, siguiendo los 10 mil que retiramos el año pasado, y vamos a continuar devastando al liderazgo de Al Qaeda para negarles refugio», dijo.
Este lunes el comandante de las fuerzas de ocupación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Afganistán, el general estadounidense John Allen, prometió castigar a los militares implicados en la masacre de civiles registrada el pasado fin de semana en la provincia de Kandahar (sureste).
El domingo pasado un soldado perteneciente a la Base Conjunta Lewis-McChord, ubicada a las afueras de Seattle (noroeste de EE.UU.), incursionó en una barriada de Kandahar y abrió fuego en contra de civiles, cobrando la vida de 16 afganos.
El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, calificó este lunes la matanza como un hecho «inolvidable».
Por otro lado, Estados Unidos y sus aliados han establecido un calendario de retirada que debe concluir en el año 2014. El conflicto inició en el año 2001, cuando se enviaron miles de soldados de la OTAN a pelear en Afganistán para acabar con Al Qaeda.