A último momento y cuando su futuro parecía derrumbado, el club Parma evitó la bancarrota gracias a la intervención de un grupo de inversores italianos que aportarán una cifra inicial de 2 millones de euros.
Desaparece así definitivamente el Parma Football Club, que es sustituido por el flamante Parma Calcio 1913, con explícita alusión a la fecha de su fundación, que se remonta al 27 de julio de ese año.
El presidente de la entidad será Nevio Scala, que dirigió técnicamente al equipo entre 1989 y 1996, conquistando varios títulos, aunque sin poder adjudicarse el ambicionado «scudetto» italiano de Primera División, que es un mito para los «tifosi» locales.
Son ocho sus nuevos accionistas, entre ellos Guido Barilla, considerado en Italia el «rey de los fideos» y el empresario automovilístico Gianpaolo Dallara, que incursionó tiempo atrás en la Fórmula 1 y ahora fabrica chasis para la Fórmula Indy estadounidense y para la categoría GP2 Series.
El lunes se reunirá por primera vez el nuevo consejo directivo, que inaugurará un sistema de «accionariado popular» según el cuál los seguidores podrán entrar a formar parte de la propiedad con un aporte mínimo de 500 euros.
Descendido en la última Liga Italiana, con sus jugadores que no cobraban el salario desde agosto de 2014, lo mismo que sus empleados, el nuevo Parma deberá remontar ahora la cuesta desde la cuarta División (Serie D) a la que fue retrocedido por incumplimientos contables.