El movimiento Ocupa Wall Street planea este martes una concentración frente al Congreso de Estados Unidos durante el inicio de actividades de la Cámara de Representantes tras el habitual receso de fin de año, para exigir mayor equidad en el país y reavivar a la organización social.
En el sitio digital OccupyYourCongress.info., el movimiento explicó que «será una demostración pacífica contra el sistema político corrupto, enfocada en impulsar el éxito del movimiento, orientando el debate político, en los hechos reales que importan a la gente».
«No daremos muchos detalles respecto a las actividades. Ya contamos con los permisos necesarios. No sabemos todavía cuánta gente llegará a Washington (capital), pero esperamos que sean miles», explicó Kasey, una activista que prefirió guardar su apellido.
Entre tanto, el diario californiano La Opinión comentó que esta nueva concentración es «una prueba más de la vigencia y cohesión de los pacifistas estadounidenses cuando los principales medios de comunicación especulan en torno a la sobrevivencia de las manifestaciones iniciadas el pasado 17 de septiembre» 2011.
Este año, Ocupa Wall Street comenzó con varias manifestaciones y prevé realizar otra serie de jornadas «por la unidad de todo el mundo». Han llamado a todos los defensores de la paz y la no violencia a sumarse a las protestas contra la corporaciones y la desigualdad.
Entre tanto, los legisladores comienzan este martes sus actividades con índices de desaprobación, según indica un nuevo sondeo.
Del 84 por ciento de los estadounidenses que critican el trabajo del Congreso, casi dos tercios dijeron que lo «desaprueba firmemente», señaló el sondeo conjunto del periódico y la cadena televisiva ABC News.
«Tal tendencia consolida un nivel sin precedentes de disgusto público, a menos de 10 meses de las elecciones presidenciales y legislativas de noviembre» de este año, enfatizó el rotativo.
Con el reinicio de las actividades, el Congreso está a punto de reanudar una serie de pedidos del presidente estadounidense, Barack Obama, como el de extender la exención de gravámenes a unos 160 millones de trabajadores durante todo el año.
La reducción de los impuestos supone un ahorro de unos mil dólares para las familias de clase media estadounidenses, fuertemente golpeadas por los efectos de la crisis económica de 2008.
A principios de diciembre pasado, Obama dijo que en la última década se acentuó la desigualdad entre los estadounidenses. Mientras el ingreso promedio del uno por ciento de los ciudadanos más ricos de EE.UU. se multiplicó en 250 por ciento, el de la mayoría de las personas descendió cerca de seis en similar periodo, reconoció el dignatario.