Las agencias de la ONU encargadas de los refugiados y los alimentos alertaron este lunes sobre la profundización de la crisis humanitaria en Níger, agravada por el flujo de personas que huyen del conflicto en Malí.
La advertencia fue hecha de manera conjunta por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Unhcr), Antonio Guterres, y el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Ertharin Cousin, tras un recorrido por Níger.
Ambos subrayaron la aguda situación provocada por el impacto de sucesivas sequías, los altos precios de los alimentos y el fracaso de las cosechas, a todo lo cual se agrega la oleada de refugiados que abandonan Malí a causa del conflicto interno.
Decenas de miles de personas arriban al territorio nigerino más afectado por la sequía y se suman a los millones que sufren hambre, indicaron Guterres y Cousin en un comunicado distribuido en la sede de la ONU en Nueva York.
El PMA acaba de elevar a cuatro millones la cantidad de damnificados que reciben ayuda alimenticia, mientras que el Unhcr atiende a unos 160 mil refugiados provenientes del vecino Malí, aunque también se dirigen hacia Burkina Faso y Mauritania.
Esta es la hora de movilizar recursos, incluidos financieros, para respaldar el enfrentamiento a la crisis y al mismo tiempo evitar que el conflicto en Malí ponga en peligro la seguridad en la región, precisaron los funcionarios.
De acuerdo con la ONU, unos 15 millones de personas están hoy en riesgo de inseguridad alimentaria en el Sahel africano.