Los conflictos y los desastres naturales colocan a más de 125 millones de personas en la necesidad de recibir asistencia humanitaria en 2016, advirtió Naciones Unidas.
En una reunión en su sede de Ginebra, la ONU evaluó la situación de la ayuda a las víctimas de choques armados, el extremismo violento y los fenómenos naturales a nivel global, que alcanzan en la actualidad cifras sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
Según el secretario general adjunto para los Asuntos Humanitarios, Stephen OBrien, la solución de este drama humano pasa por hacer realidad el principio de «no dejar a nadie atrás», defendido aquí en septiembre para la adopción de la Agenda 2030 de Desarrollo sostenible.
Asimismo, el diplomático abogó por la salida política de conflictos como los de Siria, Yemen, República Centroafricana y Sudán del Sur, donde las hostilidades provocaron ya millones de personas desplazadas y sin acceso a servicios de salud, educación y agua.
Destacó el compromiso de donantes con la ayuda a los necesitados, pero advirtió que los requerimientos de apoyo en albergues, alimentos, medicinas, artículos de sanidad y otros recursos crecen de una manera desproporcionada respecto a la financiación recibida.
En su intervención, el secretario general adjunto de la ONU abogó por el respaldo de la comunidad internacional a quienes sufren de manera particular el impacto de las guerras y los desastres.