El secretario general de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, realiza este lunes unas conversaciones «urgentes» para analizar la participación de Irán en la conferencia de paz sobre Siria, conocida como Ginebra 2, luego de que la oposición siria amenazara con boicotear el foro si la nación islámica asiste.
«Se están llevando a cabo intensas y urgentes conversaciones» sobre Irán en Ginebra 2, informó Ban al Consejo de Seguridad de la ONU.
Asimismo, le indicó al consejo que «tendré más que decir más adelante en la jornada».
Ban Ki-moon invitó el pasado domingo de forma sorpresiva a Irán a la conferencia de paz.
Tras esta invitación y luego de aprobar por mayoría de votos su asistencia al foro, la Coalición Nacional Siria advirtió a Ban que no acudirá a Ginebra 2 sino le retira la invitación a Irán.
Ante esta advertencia, el jefe de la ONU respondió que Irán «debe ser parte de la búsqueda de una solución para el conflicto bélico» en Siria.
Irán aceptó la invitación de la ONU al encuentro, pero rechazó cualquier clase de condición para su participación en las conversaciones.
Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia han advertido que la nación islámica debería apoyar abiertamente el establecimiento de un gobierno interino en Siria, si quiere ser parte de las negociaciones de Ginebra 2.
Ginebra 2 está convocada para el próximo miércoles en la ciudad suiza de Montreux (suroeste), y según lo previsto, reunirá por primera vez a representantes del Gobierno de Al Assad y la oposición, así como contará con la asistencia de jefes de Exteriores de Estados Unidos, China, Francia, Reino Unido, Rusia y una treintena de países más.
Este foro fue impulsado por Rusia y Estados Unidos como una nueva edición de la conferencia de paz que se celebró en junio de 2012 en Ginebra (Suiza) y que culminó con la adopción de un comunicado que llamaba al cese de la violencia en Siria y establecía las pautas de la futura transición en este país árabe.
La violencia en Siria, generada por grupos armados desde marzo de 2011 para derrocar al Gobierno de Al Assad, ha dejado como resultado más de 100 mil muertos y unos dos millones de desplazados, según cifras de Naciones Unidas.