Este jueves|Opositores y seguidores de Saleh reanudan enfrentamientos en Yemen

Una nueva escalada de violencia se registró este jueves en Sanaa (capital yemení) por enfrentamientos armados entre militares leales a Alí Abdulah Saleh y soldados desertores que apoyan a los manifestantes que exigen la dimisión del presidente.

Los choques se desataron desde las primeras horas de este jueves con disparos de artillería pesada y explosiones que se presume provocaron al menos un muerto y decenas de heridos, aunque fuentes médicas anunciaron un balance definitivo para la tarde-noche.

El núcleo de los ataques fue el barrio Hassaba de Sanaa, bastión de la confederación tribal Hashid, la más poderosa de Yemen liderada por el jeque Sadeq Al-Ahmar, quien desde hace meses se distanció de Saleh y respaldó las manifestaciones callejeras en reclamo de su renuncia.

La tribu Hashid, a su vez, cuenta con el apoyo de la primera división blindada que comanda el general desertor Alí Mohsen Al-Ahmar, cuyos hombres se enfrentaron a los efectivos de la Guardia Republicana encabezada por Ahmed Saleh, hijo del jefe de Estado.

El general Al-Ahmar confirmó que uno de sus soldados murió y otros cinco resultaron heridos en los combates de este jueves en la capital, intensificados después de una precaria tregua de varios días que estuvo antecedida por una semana de choques con saldo de más de 120 decesos.

Fuerzas de la Guardia Republicana se afianzaron en la calle Amran y dispararon contra tropas de Al-Ahmar desplegadas en la calle 30, cerca de la llamada Plaza del Cambio donde suelen concentrarse los antigubernamentales desde el inicio de las protestas el 27 de enero.

Residentes en Hassaba relataron que los ataques arreciaron a mediodía, al igual que en el vecindario de Soufan, donde dos civiles sufrieron lesiones por un obús de mortero que impactó en una casa cerca del edificio de la televisión estatal yemenita.

Numerosas calles de Hassaba, Soufan y otros repartos de Sanaa quedaron literalmente vacías debido a la magnitud de la violencia, mientras tiendas, negocios y oficinas gubernamentales fueron cerradas.

La capital volvió a quedar fragmentada por múltiples puntos de control erigidos por cada bando rival, lo que impidió a muchas personas moverse a determinadas áreas y a las ambulancias, circular con facilidad para asistir a las víctimas.

No obstante, cientos de manifestantes mantuvieron las protestas y acusaron al mandatario de engañar a la ciudadanía con promesas de elecciones y transición de poder, tanto en calles de Sanaa como en las localidades de Damar, Ibb, Saada, Bayda y Taiz, según medios locales.

Fuente/Prensa Latina
Foto/Archivo