Las instancias del Poder Popular son nuevos agentes de desarrollo. Ello constituye una innovación relevante en el proceso de planificación y desarrollo nacional.
Esta nueva situación contribuirá a mejorar la pertinencia de los objetivos y contenidos del desarrollo, porque las comunidades dirigirán sus acciones de planificación y de gestión, a satisfacer sus necesidades, lograr sus aspiraciones y cumplir sus deseos.
El Gobierno Bolivariano no ha dejado a los pobres a la suerte de las libres fuerzas del mercado, tal como lo hacen gobiernos que defienden los intereses del capital y no del trabajo.
Más bien, ha estado orientado a mejorar las capacidades de los pobres, para que sean individuos, con una determinada calidad de vida, impulsen un nuevo estilo de desarrollo, que tiene en la economía comunal la base impulsar otra sociedad, caracterizada por la autogestión comunitaria, con capacidad de tomar decisiones autónomas e independientes.
Las comunidades, los individuos organizados, como parte del Poder Popular, tienen la oportunidad cierta de desplegar sus energías, su creatividad, su capacidad de gestión, sus saberes y su experiencia en la construcción de nuevo modo de vida.
También en la construcción de un estilo de consumo no consumista, un modo de producción sustentable económicamente y que proteja la naturaleza, orientado hacia el socialismo genuino, distinto al capitalismo y al estatismo.
Pues, solo así estaremos en condiciones de enfrentar con éxito la crisis sistémica del capital.