Los ataques imperialistas que mantiene desde marzo pasado la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) sobre Libia concluirán “pronto” cuando “determinemos que la amenaza ha terminado” en la nación norteafricana, aseguró el secretario general de la Alianza, Anders Fogh Rasmussen, quien no precisó una fecha exacta para el cese de las operaciones.
«En Libia, nuestro operativo se acerca significativamente al éxito, pero aún no estamos allí todavía (…) Estaremos mientras se nos necesite, pero ni un minuto más», dijo Rasmussen este lunes durante una conferencia de prensa en Bruselas, capital de Bélgica.
Agregó que «no puedo dar una fecha precisa, pero creo que será pronto».
Rasmussen dijo que una hipotética captura del líder libio, Muammar Al Gaddafi, no sería «el factor decisivo» para poner fin a la operación, sino que las nuevas autoridades del Consejo Nacional de Transición (CNT) ejerzan «una protección eficaz de la población civil».
Según el político, “esa es la clave de nuestro mandato de la ONU (Organización de Naciones Unidas): la protección de los civiles».
El secretario general de la Alianza Atlántica explicó que la OTAN tomará la decisión de poner fin a las operaciones en Libia tras un «examen global, político y militar” de la situación en ese país.
«Desafortunadamente hemos observado que las fuerzas pro Gaddafi continúan representando una amenaza contra la población civil”, por lo que justificó la continuación de los bombardeos en territorio libio.
Rasmussen subrayó que la operación «tiene un mandato sin precedentes de la ONU» y que la Alianza Atlántica la está realizando «con una precisión sin precedentes», que ha cobrado la vida de unos 50 mil libios, según datos de los propios combatientes del Consejo Nacional de Transición (CNT).
Entre tanto, los rebeldes libios amenazan con atacar Bani Walid, a 180 kilómetros al suroeste de Trípoli (capital).
El principal negociador del CNT, Abdalá Kenchil, anunció en la noche de este domingo que la decisión de atacar Bani Walid se da tras la congelación de las negociaciones para que las fuerzas del líder libio en esa región se “rindan”.
Desde Benghazi (este), el presidente del CNT, Mustafá Abdeljalil, reiteró el pasado fin de semana que los seguidores de Gaddafi tenían hasta el 10 de septiembre próximo para “deponer las armas”, citando las ciudades de «Sirte (norte), Bani Walid, la base aérea de Al Jufra y Sebha (centro)».
Las principales ciudades de Libia siguen atrapadas en una vida llena de carencias: en el reinicio del año escolar, se anuncian centenares de niños heridos, centros hospitalarios sin capacidad para recibir más pacientes y destrucción en zonas urbanas.
Pese a las agresiones, en ciudades como Sirte y Bani Walid siguen irreductibles las fuerzas leales a Gaddafi, quien recientemente llamó a su pueblo a seguir defendiendo a su país de los rebeldes y de las fuerzas imperialistas de Occidente.