La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) anunció este viernes la posibilidad de poner fin a sus operaciones contra Libia el 31 de octubre, cuando se cumplen siete meses del inicio de los bombardeos que causaron gran devastación en el país norafricano.
Tras una reunión de más de cuatro horas de los embajadores de los países miembros de la Alianza Atlántica, su secretario general, Anders Fogh Rasmussen, informó la fecha preliminar del retiro de las fuerzas navales y aéreas, aunque dijo que la decisión definitiva será tomada la próxima semana.
El jefe de la organización bélica agregó que durante ese tiempo se realizarán consultas con la Organización de las Naciones Unidas y con el autodenominado Consejo Nacional de Transición libio.
Durante los siete meses de operaciones se realizaron más de 26 mil vuelos sobre Libia, de los cuales por lo menos nueve mil 600 fueron de carácter ofensivo, muchos contra objetivos civiles.
Rassmussen también defendió el ataque la víspera de aviones de la OTAN contra la caravana donde viajaba el líder libio Muammar el Gadafi en las cercanías de la ciudad de Sirte, donde fue detenido y posteriormente asesinado.
Numerosas voces se alzaron para condenar la muerte de Gadafi y de su hijo Mouatassim, sobre todo tras la divulgación de videos donde se demuestra que fueron detenidos vivos y luego ejecutados extrajudicialmente.
Incluso la ONU, que apoyó la resolución del Consejo de Seguridad contra Libia e ignoró los excesos cometidos por la OTAN al amparo de ese mandato, condenó el asesinato y exigió una investigación para castigar a los culpables.