En medio de las crecientes tensiones entre Estados Unidos y Pakistán, el primer ministro de este país, Yousuf Raza Gilani, remarcó este miércoles que Washington debe retirarse de la bases militar paquistaní desde donde opera sus aviones no tripulados que realizan bombardeos en la frontera con Afganistán.
Gilani también anunció que su Gobierno no asistirá a la próxima conferencia internacional sobre Afganistán, a desarrollarse el 5 de diciembre en Bonn, Alemania, reseñó Prensa Latina.
La postura del Gobierno pakistaní se produce luego del ataque el sábado pasado efectuado por aviones y helicópteros de la Organización del Tratado para el Atlántico Norte (Otan), en el que murieron 25 soldados y más de una docena resultaron heridos.
«El Estado Mayor Conjunto le ha notificado oficialmente al mando militar estadounidense que debe abandonar la base aérea de Shamsi a más tardar el 11 de diciembre», confirmó Gilani.
En 1992 Pakistán arrendó a los Emiratos Árabes Unidos ese enclave militar para las expediciones aéreas de caza de la familia real, pero informes de prensa indican que Washington la subcontrató e instaló sus drones en 2004, bajo la dirección de una división especial de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés).
Bajo el argumento de combatir a las células de Al Qaeda en Afganistán y Pakistán, la Casa Blanca realiza ataques masivos, donde ya han muerto decenas de civiles.
Gilani agregó que su país intenta tener buenas relaciones con Estados Unidos, pero esto se logrará si es posible el respeto mutuo y la igualdad.
El Gobierno de Pakistán también cerró los pasos por donde las tropas de la Otan trasladan gran parte de los combustibles y suministros que emplean en la invasión a territorio afgano, que comenzó en 2001.
Islamabad también señaló que luego de la última agresión contra el país, revisará los programas, actividades y acuerdos de cooperación con Estados Unidos y la alianza, incluidos los diplomáticos, políticos, militares y de inteligencia.