Por Pablo Fernández B. |Palestina ¿pueblo en solitario? (Opinión)

Cada quien en su casa y Dios en la de todos”… muchas veces hemos escuchado refranes o expresiones similares a esta que en el fondo buscan simplemente transmitirnos un mensaje: preocúpate por ti mismo y deja que los demás vean cómo resuelven sus problemas. Es la ley del “sálvese quien pueda”. Pero resulta que en un mundo tan injusto y desigual como el nuestro, muchas personas no pueden encontrar “salvación” a sus necesidades por sí solas.

De allí que el valor contrapuesto a esta negación del apoyo al necesitado es lo que conocemos como el valor supremo de la solidaridad; concepto que expresa la realidad de algo unido, integrado y estrechamente vinculado con la idea de fraternidad; una fraternidad que moviliza hacia la búsqueda del bien de todas las personas, por el hecho mismo de que todas y todos nos hermanamos en dignidad y derechos.

Frente al sistema capitalista y los poderes fácticos que genera y mantiene ese sistema perverso, la concreción de la solidaridad es ineludible, con conciencia clara de que enfrentamos un destino universal compartido, en el que lo que afecta a unos se proyecta sobre todos.

Hoy, con la velocidad del internet o la TV, descubrimos a niñas, niños, adultos asediados en la Franja de Gaza, nuevamente aniquilados a mansalva por el poderío militar sionista.

Lamentablemente, la solidaridad que hoy se proyecta a Palestina suele reducirse a un cúmulo de buenas intenciones y una indignación lejana y provisional hacia las injusticias y las formas de violencia que afectan aquellas lejanas tierras. Por eso desde el lugar que nos toca hay que dar un paso más, hacia la concreción de la “solidaridad activa, sistemática y permanente” con Palestina: exigir a los gobiernos del mundo la presión y condena suficiente que aísle al criminal y alivie al agredido; boicotear al genocida, comenzando por anular los productos comerciales israelíes o contratos con sus empresas; replicar la información y desmontar la propaganda sionista para que se conozca lo que verdaderamente está ocurriendo, movilizar recursos y ayuda material, entre otras acciones urgentes.

La solidaridad es la eterna y necesaria opción entre el amor o la soledad. Y los seres humanos que amamos y respetamos la vida, en nuestra capacidad de optar vamos aprendiendo día a día a elegir el camino de la solidaridad frente al abismo solitario de la mezquindad. ¡Que el pueblo palestino sepa y sienta hoy más que nunca que no está solo!

pabloefb@yahoo.com

¡ AMIGAS(OS) INVISIBLES ! ES LAMENTABLE QUÈ ÈSTE PRESTIGIOSO DIARIO SE DIÒ A LA TAREA DE NO DEJAR MIS COMENTARIOS DE LAS ORGANIZACIONES «INTERGUBERNACOBARDES» QUÈ EXISTEN, EN ÈSTE PLANETA, NO SÈ PORQUE LO HAN HECHO, CUANDO ÈSA ES LA REALIDAD, PERO QUE LE VAMOS A HACER, SI NO TIENE SENTIDO SACAR FOTOS AL AIRE DE NIÑOS MUTILADOS, DE CIVILES ASESINADOS Y ASESINADAS, PERO ¿ QUÈ TAL SI ALGUNOS DE UDS. ESTUVIERAN UN FAMILIAR ALLÀ ? ¿ ME HUBIERAN DEJADO MI COMENTARIO ? DÀ PENA AJENA, QUÈ LOS MEDIOS SE DEN A ÈSA INECRUSPULOSA TAREA, » DE QUITAR LOS COMENTARIOS QUE DICEN LA VERDAD » DE VENEZOLANOS(AS) DE PURAS CEPAS, QUÈ SÌÌ SENTIMOS EL DOLOR DE NUESTROS PUEBLOS , POR MUY LEJOS QUE ESTÈN Y DE LA IMPOTENCIA DE QUE NADIE NOS LÈA, PARECIERA QUE ESTÀN EN COMPLICIDAD CON LOS GRANDES IMPERIOS DE » CALETA » Ò POR MIEDO A SUS JEFES, ESPERO QUE CON ESTO NO LOS HAYA OFENDIDO, ES QUE DÀ DOLOR QUE LA HIPOCRESÌA SE TOLERE, COMO LO ESCRIBIÒ UN COLUMNISTA DE UDS. NO ENTIENDO PEDRO NAVARRO VGTE DE LA U.L.A.