El Papa Francisco intervino este jueves frente a los representantes de 170 países, delegados de la Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición, pidiendo tomar todas las medidas necesarias para alimentar a millones de pobres.
El Pontífice consideró que es imprescindible “ayudar a los más pobres sin convertir la ayuda en limosna”.
El problema del agua y la contaminación del ambiente también ocupó un lugar muy importante en su discurso.
El Pontífice cree que llegó el momento de pensar y actuar a partir del ser humano y la sociedad, y no del mercado.